Los caballos

ADDAREVISTA 22

Bajo la bella estampa de la tradición y a la vez alegría y recogimiento de la Romería del Rocío, se esconde una cara oculta de crueldad con los caballos que participan debido, a la incorporación en la romería de personas más proclives al jolgorio, al fino y a la manzanilla.

En la pasada edición del año 2000, unos 45.000 caballos participaron en la romería del Rocío. Se trata de la mayor concentración de equinos de Europa. Pero cada año, se registra oficialmente la muerte de cerca 20 ejemplares, mayoritariamente reventados por el esfuerzo, sin contar los que mueren una vez terminado el evento.
Los animales son, en muchas ocasiones, forzados a recorrer muchos kilómetros arrastrando carromatos abarrotados de familias, sometidos a las duras condiciones del terreno y de la climatología. En esta ocasión, ASANDA (Asociación Andaluza para la Defensa de los Animales) informa de que han muerto 18 caballos abandonados a su suerte en el Parque Doñana. Uno, cuya fotografía apareció en muchos medios de comunicación locales, murió dentro del Parque después de una penosa agonía de cuatro días. Parece ser que algunos desalmados prefieren abandonar el animal a su suerte antes que gastar dinero llamando a un veterinario. Los malos tratos infligidos a los animales de que se tiene noticia también incluyen el uso de yeguas preñadas para el tiro de carromatos o la falta de revisión médica veterinaria de los animales previa a la romería.

¿QUÉ ES EL ROCÍO?

 El Rocío es una peregrinación anual con mas de 350 años de antigüedad y de una semana de duración, que tiene lugar en pentecostés, a finales de mayo o principios de junio, en fecha variable, y en la que los devotos de la Virgen del Rocío peregrinan reunidos en Hermandades desde sus lugares de origen hasta la ermita del Rocío, a 15 kilómetros del municipio de Almonte (Huelva), para rendir tributo a la imagen de la Virgen – La Blanca Paloma – que allí se guarda desde la Edad Media. Esa peregrinación se hace a pie, a caballo, en carromatos tirado por caballos, bueyes o mulos, o en coche, todoterreno o tractor, atravesando vías pecuarias, veredas y caminos rurales. Una vez llegados los peregrinos a su destino, se realizan diferentes actos de carácter cívico y religioso. Una vez finalizados, los peregrinos deshacen el camino andando de nuevo. Pero esta impresionante manifestación religiosa de carácter popular se ha manifestado progresivamente, con los perjuicios medioambientales consecuentes para las vías que atraviesa. En la pasada romería participaron cerca de un millón y medio de personas. Después de varios años de advertencias por parte de sectores ecologistas, en esta última edición la cuestión ha saltado a los medios de comunicación y se ha creado una polémica entre las diferentes partes enfrentadas, particularmente entre los defensores de los animales y del medioambiente y los directivos de las Hermandades, entidades cívico-religiosas sometidas a Derecho Canónico y aprobación diocesana que agrupan a los peregrinos. 

La impresión, que muchas personas comparten, es que la masificación ha desplazado al tradición, y lo que antes hacían unos miles de personas, básicamente a pie, a caballo o en carromato, se ha convertido progresivamente y a partir de los años sesenta en una peregrinación “motorizada”, en una suerte de “rally” Paris-Dakar en la que intervienen muchos peregrinos no tan devotos de la tradición y más interesados en la juerga que en el recogimiento espiritual, con sus respectivos vehículos mecánicos de avituallamiento y todas las comodidades de la vida moderna: ruidos y desechos en forma de plástico y demás basura. El radio de influencia de la romería también ha aumentado, por lo que al mayor número de personas hay que añadir sus diferentes procedencias. El volumen de basura generada por tal cantidad de personas a lo largo de tantos kilómetros (atravesando las provincias de Huelva, Sevilla o Cádiz) causa serios problemas a los organizadores del evento, a las administraciones y pone en guardia a los grupos ecologistas, entre los que destacan las denuncias de Ecologistas en Acción. 

Tan enorme manifestación popular necesita de un Plan Romero anual en el que las diferentes administraciones, las Hermandades y demás instituciones afectadas planeen las actuaciones necesarias para proporcionar a los participantes seguridad y para asegurar que el impacto ambiental del paso de las comitivas por los lugares que atraviesa sea el menor posible.

DOÑANA

Se trata de una manifestación popular ruidosa, en la que se echan cohetes en diferentes puntos del recorrido, entre ellos el espacio protegido del Parque de Doñana, un área de más de 100.000 Ha. de Parque Natural y Nacional, Reserva de la Biosfera, Patrimonio de la Humanidad, en el que viven 300 especies de aves que utilizan la zona para nidificar e invernar, 33 especies de mamíferos, 12 de peces y 18 de reptiles. Y especies en extinción como el lince ibérico y el águila imperial. Se la considera la reserva natural más importante de Europa. En los últimos años, las presiones de los ecologistas para evitar que los vehículos de tracción mecánica atraviesen el Parque de Doñana han topado con las reticencias de los miembros de las hermandades. Según informaciones periodística, los vehículos de tracción animal representan tan sólo el 9% del total. La preocupación por la situación ha llegado hasta el Consejo de Europa, que ha condicionado la renovación del Diploma Europeo por la buena gestión del parque a la presentación de un Plan que analice el impacto de la peregrinación rocieras para reducir sus efectos negativos, así como una mayor concienciación de los participantes en la peregrinación. 

La zona protegida de Doñana, muy frágil, no puede ser visitada más que por investigadores o por todo aquel que previamente haya solicitado permiso. Las Hermandades rocieras gaditanas, sin embargo, disfrutan del privilegio que les concede la tradición, y pueden cruzar el parque, concretamente a través del cortafuegos de 45 kilómetros conocido como la Raya. Dado el volumen de gente, vehículos todo terreno y el bullicio y el perjuicio al medio y los animales del parque, el año 2000, el grupo de Relaciones con el Entorno del Parque de Doñana, formado por los municipios de la comarca, la dirección del parque y la estación biológica, con la participación de ecologista y las hermandades, elaboran un Plan Rector de Uso y Gestión de Doñana que se ha comprometido en la elaboración de un Plan sectorial de Tránsito Rocieros por el que se reducen los pasos de las hermandades por el parque de 17 a 7 veces al año. Además, se proveen fianzas para aquellos que no cumplan con las normas. 

OPINIÓN PÚBLICA

Cuando se habla del Rocío se está tocando una parcela muy sensible de la tradición andaluza, donde se mezcla el fervor religioso sincero con el fanatismo, la devoción humilde y la reflexión espiritual con el papanatismo, la superficialidad y la soberbia. El Rocío es una manifestación religiosa popular en la que lo que cuenta, según los rocieros de “verdad”, es hacer el camino con humildad y con solidaridad. Es un camino de recogimiento espiritual, de encuentro y a la vez con uno mismo y con los demás, de vivencia de la fe cristiana. Según los rocieros que se consideran “sinceros”, en esa semana de peregrinación se pretende huir de la masificación, del consumismo, acercándose a la Naturaleza y a lo divino, y compartiendo las penalidades del camino solidariamente, tanto en alegría como en la tristeza. Sin embargo, y por desgracia, cada año son más largos los “agregados” que más que recogimiento buscan imitar a folclóricas y demás personajes populares de la prensa del corazón que van a hacerse la foto de rigor. 

Desde las hermandades se ha pretendido hacer creer que los ecologistas y animalistas pretenden desprestigiar El Rocío. Sin embargo, justamente los verdaderos rocieros deberían ver que los ecologistas son aliados y no enemigos. El rociero de corazón, el amante de la naturaleza, el que busca la espiritualidad, nunca estará contra al ecologista, que defiende la naturaleza, el animal. Claro que todo aquel que vea un negocio en las cuestiones de espíritu, todo aquel que vea en la aglomeración una oportunidad para llenarse los bolsillos, sí verá en el ecologista un enemigo. Porque la tradición exige que todo aquel que quiera ser peregrino se asocie a una Hermandad, y claro, con tanto rociero de fin de semana, con tanto recién llegado a la devoción, hay muchos que se acuerdan de la Hermandad cuando descubren que necesitan agregarse a una de ellas para poder seguir con la juerga. Y ya está hecho el negocio. Alguien paga un dinero y se le concede el derecho a agregarse con su todoterreno a esta “ruta de bacalao” en que se está convirtiendo una de las tradiciones cívico-religiosas andaluza más respetadas y admirada tanto en el resto del Estado como en todo el mundo (este año ha debutado la Hermandad de Bruselas)

ALMONTE Y LOS CABALLOS

 La villa de Almonte (Huelva), cuya población se multiplica por 1.500 durante el Rocío, tiene una larga tradición equina. La aldea del Rocío, que ha crecido espectacularmente en las últimas décadas por motivo de la acogida del los peregrinos, fue proclamada Aldea Internacional del Caballo en 1992, y reúne la mayor concentración de equinos de Europa en cada edición de la Romería. Almonte celebra anualmente cada 26 de junio y en la que las yeguas y potros son reunidos por los ganaderos en el pueblo. A lo largo del año se hacen exhibiciones de doma, de enganches, carreras de cintas y por San Pedro, patrón del pueblo, se celebra la Feria de los Burros. Además, Almonte tiene oficios tradicionales de manufactura de útiles para el caballo. Por todo ello, los almonteños estarán particularmente agradecidos a los caballos, que tanto prestigio les proporcionan. Es sin duda un deshonor a ese servicio que estos fieles animales les prestan, que se toleren actitudes crueles contra los caballos.

La Hermandad Matriz, Hermandad rociera principal con sede en Almonte, ha decidido realizar una campaña de sensibilización ecológica para concienciar a los peregrinos rocieros de la necesidad de cumplir con las consignas de recogida de basuras y para reducir el número de vehículos de tracción mecánica. Esperemos que también, haciendo honor a la tierra en la que viven y a su tradicional relación de amistad con los caballos, y haciendo valer su jerarquía como anfitriones del evento exijan a los visitantes que tanto beneficios aportan al consistorio cada año que respeten a esos nobles animales que le alivian las penas del camino. El Rocío se presenta al mundo como un acontecimiento especialmente atractivo para el jinete. Sin embargo, junto al amante del caballo proliferan los jinetes de un día, más pendientes del fino y la manzanilla, los cohetes y la juerga que de la dignidad de la monta y el cuidado y respeto debidos al caballo, cuestiones que ningún jinete descuida. El camino a caballo da al rociero ocasión para tomar contacto con la Naturaleza y con la nobleza del animal, y entre ellos dos debe establecerse una relación justa, de amistad y servicio mutuos. Para favorecer el cumplimiento de todos estos puntos es muy importante la concienciación y la colaboración de las Juntas Directoras de las Hermandades, y particularmente de la acción de los Alcaldes de Carretas, delegados que se encargan de velar por el orden durante la peregrinación.

PUNTOS CLAVE A TENER EN CUENTA:

  • Restricción de circulación de vehículos de tracción mecánica y desviación de los mismos a carreteras circundantes.
  • Mayor control de los residuos causados por la aglomeración humana, con aumento del numero de vehículos de recogida y mayor concienciación por parte de los responsables de las hermandades.
  • Control veterinario de los animales antes, durante y después de la peregrinación, así como cuidados adecuados para protegerlos de la sed, el cansacio o el calor excesivos.

 

Ong ADDA   Enero 2001


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