Posición de la asociaciones animalistas

ADDAREVISTA 15

Las asociaciones animalistas ven con gran preocupación el aumento de la experimentación con animales que la ingeniería genética representa. Ellas han sido las primeras en dar la voz de alarma. Investigadores de laboratorios de todo el mundo están manipulando en estos mismos momentos la información genética contenida en las células de diferentes especies animales para dotarlas con las características de otras especies, creando así auténticos monstruos y produciendo un dolor y un sufrimiento intolerables e innecesarios a miles de animales. La industria, el principal inversor en este tipo de tecnologías, no tiene en cuenta el valor intrínseco del animal, sino el provecho que su manipulación representa.

WSPA.

El equipo científico del Profesor Collin R.W. Speeding, CBE, por encargo de la WSPA (World Society for the Protection of Animáis), elaboró un riguroso informe a partir de las diferentes evidencias científicas de que se dispone. En él se considera que la ingeniería genética puede ser utilizada tanto de forma benéfica como perjudicial para el hombre y los otros animales y que se debería poder predecir las consecuencias no deseables en el animal manipulado y sus descendientes. Además, muestra su preocupación por la explotación meramente comercial de los animales, el abuso y la distorsión de sus procesos fisiológicos naturales, y el peligro que representa la liberación al medio ambiente de animales manipulados genéticamente. Se advierte de que la manipulación del tamaño del cuerpo, su forma o capacidad reproductiva pueden reducir la movilidad del animal, aumentar el riesgo de heridas y producir problemas del esqueleto, artritis, o mortalidad perinatal.Para evitar los excesos, propone la creación de leyes y comités éticos que controlen la investigación y uso de la ingeniería genética, cosa que ya han empezado a hacer países con gran tradición en protección animal, como Gran Bretaña y Holanda. El informe apunta que hay consideraciones éticas y morales sobre la interferencia humana en los procesos evolutivos naturales que se escapan del ámbito exclusivamente animalista y deberían ser analizados por la sociedad en su conjunto. Por último, destaca que también los métodos de crianza tradicionales pueden deteriorar el bienestar animal, si bien es cierto que a un ritmo mucho más lento que el que impone la ingeniería genética, pero también deben ser observados con cautela.La posición oficial de la WSPA respecto a la manipulación genética de animales se resume en los siguientes tres puntos:
  • a) La WSPA se opone a cualquier tipo de manipulación genética, ya sea por crianza o por ingeniería genética, que pueda resultar en anormalidades, desarrollos excesivos de determinados caracteres físicos, una reducción de la salud o el bienestar de los animales, o que se utilice simplemente por motivos triviales o cosméticos.
  • b) Los animales que resulten de las manipulaciones genéticas no deberían ser liberados en granjas o al medio ambiente hasta que se haya estudiado a diferentes generaciones con el fin de asegurar que no se desarrollan efectos secundarios dañinos.
  • c) La WSPA se opone a las patentes sobre animales.

BUAV

Por su parte, un informe de la BUAV (British Union Anti-Vivisection) muestra su preocupación por el aumento del uso en laboratorios de animales de experimentación: ratones, ratas, cabras, ovejas, cerdos, ganado, pollos y peces.
Sólo en el Reino Unido se crearon en 1992 73.000 animales transgénicos, el 65% más que en 1990. En 1993, el incremento fue del 88%, es decir, 138.965 animales transgénicos. Advierte de que la manipulación genética puede producir, entre otros problemas, esterilidad, defectos cerebrales, diabetes y otros trastornos metabólicos. Por otro lado, argumenta, no se ha demostrado que el uso de algunos animales, especialmente los ratones, como modelo de enfermedades humanas en los laboratorios sea útil, sino todo lo contrario, pues algunos experimentos han demostrado la ineficacia de estos modelos para predecir resultados en los seres humanos, debido a las grandes diferencias que existen entre las especies.

También señala que no se sabe aún la verdadera calidad de los productos obtenidos por la nueva forma de explotación animal consistente en crear bio-reactores animales: ovejas, cabras, vacas o cerdos, ni si a través de ellos se puede contaminar a los seres humanos con enfermedades animales. La comercialización de esta tecnología, añade, requerirá el confinamiento de los animales en medios artificiales estériles, precisamente para evitar enfermedades, lo que frustrará sus instintos y comportamientos naturales. Al animal se le han de proporcionar espacios más amplios y un cuidado adecuado a su naturaleza, en lugar de manipular su código genético para que se adapte mejor a las condiciones artificiales que interesan a los humanos.

Como solución aconseja una moratoria para poder informar a la opinión pública y debatir sus implicaciones éticas. En este sentido, el Comité sobre Implicaciones Éticas de las Nuevas Tecnologías de Gran Bretaña ha publicado un informe en el que aboga por la existencia de un comité ético permanente que estudie a priori todos los casos de aplicación de biotecnología en animales, basándose en tres principios básicos:
  • 1º)  Determinados sufrimientos no deberían ser infligidos en ningún caso a los animales, como inducir genéticamente su inmovilidad para aumentar su peso.
  • 2º) El sufrimiento infligido debe tener siempre una buena justificación, como el avance médico. El uso rutinario de técnicas de fertilización violaría este principio, por tratarse de una aplicación no terapéutica.
  • 3º) Incluso en el caso de que el sufrimiento infligido esté justificado, debe ser en todo caso minimizado.

ASOCIACIÓN HOLANDESA PARA LA PROTECCIÓN DE LOS ANIMALES

Destaca que en los últimos años se ha ampliado el campo de investigación, en perjuicio de los animales, cuyo bienestar es absolutamente ignorado. Ya no se trata sólo de aplicaciones terapéuticas, sino de uso intensivo en la cría y producción animal en las granjas, en las que se utiliza y somete a los animales como si fueran objetos inertes, forzándolos al límite de su capacidad fisiológica natural para que den mayores beneficios al hombre con el menor gasto y sin tener en cuenta su valor intrínseco como seres vivos.
La solución que propone es invertir más dinero y tiempo en la búsqueda de métodos alternativos, más en la línea de las aspiraciones éticas de respeto medioambiental de la sociedad moderna. Al fin y al cabo, argumenta, la industria biotecnológica no está más que en sus comienzos, por lo que su prohibición no acarrearía grandes pérdidas económicas. Por otro lado, y ante la radical disyuntiva que plantea la biotecnología entre beneficio económico o respeto del valor intrínseco de los animales, la Asociación Holandesa para la Protección de los Animales se decide por los animales y propone prohibir los experimentos bio-tecnológicos, ya sean reproductivos o de manipulación genética, sobre los animales, informando al mismo tiempo a la opinión pública para que pueda intervenir en el debate.

LA VOZ DE LOS ANIMALES

En síntesis, el denominador común de las posiciones animalistas se resume en los siguientes puntos:
  •  Preocupación por el aumento en la experimentación con animales.
  • Rechazo de la explotación comercial e industrial de los animales en granjas, como superproductores o bio-reactores, lo que les produce sufrimiento, por estar sometidos a condiciones no naturales.
  • Necesidad de estudiar los riesgos reales de estas aplicaciones y de analizar sus consecuencias a largo plazo. Se considera imprescindible marcar los límites con anterioridad a los hechos, cosa que no se ha hecho a menudo hasta el momento.
  • Necesidad de una moratoria y un debate público sobre las implicaciones éticas.
  • Revaloración del valor intrínseco del animal y respeto a su dignidad.
  • Investigación y mayor inversión en métodos alternativos. Cientos de asociaciones animalistas de todo el mundo se están coordinando para constituir una oposición sólida contra el desarrollo indiscriminado e incontrolado de la biotecnología, la aprobación de leyes que sólo tienen en cuenta los intereses económicos de las multinacionales o la concesión de patentes sobre seres vivos o procesos naturales, ya que se considera que estos últimos son patrimonio de la humanidad, y no inventos humanos. Los científicos, se argumenta, lo único que hacen es descubrir esos procesos y describirlos. Las asociaciones que luchan en favor del bienestar animal se han erigido en defensoras del punto de vista que nos darían los animales si pudieran hablar para defenderse. A la vez, pretenden informar a la sociedad diciéndole todo aquello que la industria, para proteger y asegurar su monopolio, oculta a la opinión pública. El objetivo del movimiento animalista, en definitiva, es liberar al animal de su esclavitud biotecnológica, y educar a la sociedad en el respeto del valor intrínseco de los animales.

Relación de contenidos por tema: Experimentación


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