Kako Mozoguchi, estudiante mártir por defender a los animales

ADDAREVISTA 40

La asociación japonesa contra la vivisección JAVA nos ha contado la triste historia de una joven estudiante de veterinaria japonesa.

Kako Mozoguchi, una estudiante de quinto año de veterinaria en la Universidad japonesa Rakuno Gakuen, estaba afligida por el trato y la forma de matar a las vacas que llevaban a la Universidad para las prácticas de anatomía y protestó contra ese procedimiento. A las vacas se les administra el relajante muscular succinycholine o un sedante llamado xylazine para inmovilizarlas antes de proceder a las incisiones para las prácticas. Las vacas quedan inmovilizadas con esos fármacos y no se les aplica anestesia, con lo que están plenamente conscientes de lo que se les está haciendo. Una vez que las vacas han estado inmovilizadas, los estudiantes de veterinaria las empujan con fuerza para hacerlas caer al suelo. Luego los estudiante hacen una incisión en su cuello y sacan la vena yugular y le practican un corte, muriendo las vacas desangradas. Es un método muy cruel ya que antes de morir las vacas sufren un miedo y dolor inimaginable. Cada año se matan 500 vacas mediante este horrible método en la Universidad Rakuno Gakuen.

Kako tuvo que presenciar muchas veces la matanza de esas vacas, sus gritos de dolor permanecían en su cabeza y le provocaban insomnio y pesadillas. Había otros estudiantes que también sentían aversión por esa práctica pero no se atrevían a quejarse por temor a comprometer sus posibilidades de graduarse. Sólo Kako tuvo el valor de pedir al decano de la Universidad que como mínimo permitiera que se les suministrara anestesia a las vacas, sin embargo su petición fue ignorada.

Un día Kako presenció cómo una vaca minusválida era forzada a bajar unos escalones. Kako intentó ayudarla para que pudiera bajar más fácilmente, pero otros estudiantes no se lo permitieron y forzaron a la vaca a bajar a golpes y empujones. Al final, Kako ya no pudo más, se sentía sin fuerzas para cambiar esa crueldad que estaba obliga a presenciar y un verano, durante las vacaciones, se quitó la vida. Kako era un ser humano valiente, inteligente y compasivo que no podía vivir en un mundo que tolera la crueldad hacia los animales. Justo antes de morir, Kako denunció los hechos a JAVA y dicha asociación ha estado solicitando a la Universidad Rakuno Gakuen que mejore las condiciones de los vacas. 

Si quieren que el sacrificio de Kako haya servido para algo, escriban a la Universidad para hacer constar su rechazo a esa cruel práctica:

Rakuno Gakuen University

Principal. Dr. Hiroyuki Tniyama

582 Banchi, Midori·machi

Bunkyoudai

Ebetu·city

Hokkaido 069·8501

Japón

Email. koho@rakuno.ac.jp

Fuente JAVA – newsletter nº 83


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