Ric O'Barry en Japón

ADDAREVISTA 52

Ric O’Barry, confinado en Japón

Ric O Barry, un antiguo entrenador de delfines de EE. UU. y que ahora es su más ferviente defensor, se ha convertido en el activista estrella de esta especie de inteligente mamífero marino. O’Barry, a requerimiento de Ong ADDA, estuvo en Barcelona apoyando la campaña de reintroducción de la orca Ulises, del zoo de Barcelona, a su lugar de origen, una bahía de Islandia en donde fue capturada. Visitó el zoo de Barcelona y la minúscula piscina en la que estuvo recluida y dio una conferencia en… el destino de Ulises; a pesar de las protestas fue, otra vez, hacia el espectáculo. Esta vez en el Sea World de Orlando, EE. UU., que muy recientemente, a causa de las continuas denuncias, ha decidido no seguir con su programa de cría y reproducción de orcas. Pero sí con el espectáculo.

Merritt Clifton, desde los EE. UU. para Adda Defiende los Animales. La presencia de Ric O’Barry en Japón denunciando al mundo entero, a través de un documental, la cruel y casi ritual matanza de delfines en Taiji lo ha convertido en un personaje de presencia non grata en aquel país, ya que con sus denuncias ha incrementado la conciencia en contra de la matanza de estos nobles mamíferos marítimos.

Buscando acallar las críticas internacionales sobre las matanzas de delfines y las capturas para exhibirlos, en plena temporada 2015-2016 de la caza de delfines en Taiji, el gobierno japonés le tiene casi incomunicado en el aeropuerto de Narita (Tokio) desde el 18 de enero de 2016. Esta situación ha ayudado a incrementar la concienciación en todo el mundo sobre la matanza de Taiji hasta niveles que no se veían desde 2010, cuando el documental realizado en 2009, The Cove, con Ric O’ Barry, recibió los mayores honores en una serie de festivales internacionales que culminaron con la concesión de un Óscar al director Louis Psihoyos.

Al describir a Ric O’Barry y otros oponentes a las matanzas de delfines como ecoactivista, a pesar de que Ric O’Barry lleva cuarenta y cinco años protestando de forma no-violenta o de desobediencia civil, el gobierno japonés se ha topado con un imparable aumento de ataques agresivos por parte de la red Anonymous, conjunto de personas anónimas que se manifiestan, según Wikipedia, «en acciones de protesta, a favor de la libertad de expresión y de la independencia en Internet» que practican la no-violencia en el sentido más estricto, pero su modus operandi de ciberataques difiere notablemente de la clásica desobediencia civil, en donde los que protestan incumplen deliberadamente las leyes y aceptan las consecuencias que se deriven. Quizá para el gobierno japonés habría sido mejor que hubieran permitido a Ric O’Barry volver con su pequeño grupo de voluntarios que ha estado vigilando la cueva de Taiji a lo largo de las últimas seis temporadas de caza de delfines.

O’Barry llegó a Japón el 31 de agosto de 2015, para la temporada 2015-2016 de la caza de delfines, pero fue arrestado casi inmediatamente en la ciudad de Nachikatsuura, cerca de Taiji, bajo el cargo de, supuestamente, infringir la ley de inmigración por no llevar pasaporte. Después de un largo interrogatorio y un trato que podría violar las normas internacionales de justicia, O’Barry pasó varias semanas en Taiji con los observadores voluntarios y, posteriormente, dejó Japón para liderar una serie de manifestaciones en otras naciones.

Ya de vuelta a Japón, O’Barry fue repetidamente interrogado y confinado en un centro para deportados, parecido a una prisión, en el aeropuerto de Narita, donde ha estado encerrado hasta la fecha según declaraciones de su esposa Helene Hesselager en su página web: «No recibe alimentación adecuada, solo alimentos de una tienda del aeropuerto y apenas puede dormir, intentando forzar a O’Barry a marcharse de Japón de forma voluntaria». Durante la primera semana en que O’Barry ha estado detenido en el aeropuerto de Narita, se han recogido más de 90.000 firmas a favor de O’Barry en la plataforma Care2.

Según la Associated Press, O’Barry ya había sido interrogado antes por los servicios de inmigración japoneses, pero esta es la primera vez que es detenido y se le impide la entrada al país. Los oficiales de Inmigración que le interrogaron alegan que no pueden creerlo porque ya les mintió con anterioridad manifestando, por ejemplo, que no asistiría al evento «Día de los delfines japoneses», organizado en Tokio en agosto del año anterior, cuando en realidad sí asistió.

O’Barry, a través de su hijo Lincoln, ha hecho pública una declaración: «Me han encarcelado con pruebas falsas, tal como hicieron en agosto»; «No he violado la ley, soy un preso político. Siento que me están utilizando como cabeza de turco de todos los activistas occidentales». Durante una entrevista telefónica concedida a la agencia Reuters, manifestó que «hay gente de alto nivel en el gobierno japonés que quiere acabar con quienes se manifiestan en contra las campañas conservacionista de delfines».

Anonymous continuó con sus ataques cibernéticos cuando el Japan Times, el 23 de enero de 2016, reconoció «que se habían recibido ataques en la web oficial del aeropuerto de Narita los dos días anteriores» sin que afectasen a la seguridad de los vuelos. Anonymous también colgó expresamente en Twitter un mensaje diciendo que lo había hecho en protesta por la prohibición del gobierno japonés de dejar entrar en el país a Ric O’Barry, mundialmente conocido por el oscarizado documental The Cove, que relata la matanza de delfines que se lleva a cabo anualmente en la ciudad de Taiji.

Según Techweek Europe, Anonymous cerró las webs de Nissan Japón y Nissan internacional a principios de mes en protesta por las matanzas de Taiji. El grupo eligió Nissan durante la muestra de automóviles de Detroit con el fin de concienciar sobre este tema. El pasado mes de noviembre de 2015, también realizaron ciberataques a organizaciones gubernamentales de Islandia por un asunto relacionado también con la caza de delfines.

Según Hackread, especializados en la seguridad en la red, en octubre de 2015, Anonymous cerró las páginas web del aeropuerto de Narita y el aeropuerto internacional Chubu en protesta contra la matanza de delfines y su captura comercial para los acuarios y en el mes anterior también cerró la página web de la ciudad de Taiji.

Hasta el 26 de enero de 2016, los cazadores de Taiji han matado alrededor de un 25 % de la cuota de esta temporada de 1.871 delfines. Aunque, quizá, de forma menos anónima que antes.

Junio 2016


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