Producción de pieles en Finlandia: la SUPERZORRA - Por Carlos Alvarez

ADDAREVISTA 3

Finlandia: el país de los mil lagos, del Sol de medianoche, de los lapones y sus costumbres. A caballo entre Occidente y Rusia, de la que formó parte y se independizó después de su Revolución para tener que entregarle, en la última guerra mundial, un trozo de su tierra: Karelia. Con una población de cinco millones de habitantes —menor que la de Cataluña y diez veces mayor en su extensión— y un vasto territorio de clima polar, ha sido uno de los países que, en busca de incrementar su economía, ha incorporado con mayor fuerza la industria peletera. De la caza, artesanal del trampero, con una suerte siempre incierta, pasó a la producción masiva de animales estabulados en granjas al igual que los criaderos intensivos de animales de abasto, con la importante diferencia que las pieles, llamadas «finas», no abastecen al hombre de sus necesidades nutritivas y sólo conducen a un absurdo e ignorante deseo, capricho, falsa vanidad, lujo o novedad que, hábilmente orquestada por las técnicas de marketing, lograron que durante unos años se encontrase una nueva vía de producción, más fácil y estable, incrementándose la venta especialmente de aquellos animales que permitían la reproducción y el crecimiento en cautividad. Pero como la ambición del hombre no tiene límites, se utilizaron al máximo todas las posibilidades de productividad, versus, ganancias. Nuevamente los animales han sido utilizados como simples especímenes para provecho exclusivo del hombre sin tener en cuenta ni su sufrimiento ni su condición de seres de la creación.

Y bajo el principio de acción/reacción, surgió el movimiento anti-piel y se puso en marcha. Es más, ha sido provocado por los mismos excesos de la industria peletera. Y Finlandia por sus especiales características climatológicas, fue en donde más se produjo esta expansión considerada como una nueva posibilidad comercial favorecida por su gobierno, ya que el 99 por ciento de las pieles tienen su destino en la exportación. Ahora, también, es uno de los países que con más incidencia sufre su recesión.

La importancia de la industria de las pieles finlandesa y los abusos allí cometidos (la superzorra) ha llevado a ADDA DEFIENDE LOS ANIMALES a estudiar lo ocurrido con la exposición de los hechos, datos y cifras más relevantes: Se calcula que el número de animales cautivos existentes en las granjas ha rondado cerca de los 10.000.000, o sea que doblaban el número de su población humana. En 1989 habían descendido a 6.000.000 y se estima su número, para el presente año, en 5.000.000. La cifra de negocio, debido a las campañas anti-piel, ha sido altamente esclarecedora: en tan sólo tres años el número de granjas ha descendido de 7.000 a 4.000 en el año 1989 y este año ya no alcanzaban las 3.000. Cada granja tiene un promedio de población «reclusa» de 1.000 a 3.000 visones y no más de 3.000 zorros. 

Otras especies de animales estabulados obtienen cifras notablemente inferiores porque, ya se sabe, productividad significa «monocultivo» y especialización. La producción, para el año en curso, se estima en 1.800.000 pieles de visón y 1.500.000 pieles de zorro. Son datos fiables, y actuales, a los que ha tenido acceso ADDA DEFIENDE LOS ANIMALES. Las ventas —y esta es una constante mundial en esta clase de comercio— se realizaron bajo la forma de subastas a las que concurren y se ofrecen, también —en un tratado de cooperación— pieles de sus siempre respetados, y hasta ahora temidos, vecinos: los rusos.

El principal objetivo con cualquier clase de cruce, logrado a base de dolorosas y lacerantes inseminaciones artificiales, es el aumento de la producción, obtener nuevas variedades en los colores y mejorar la calidad de las pieles. No se tiene en cuenta el tiempo de reposo suficiente de la madre entre cada parto, los rechazos, las enfermedades que se producen ni la forma de adaptación a las duras condiciones de estabulación en la granja. El porcentaje de animales reproducidos por inseminación creció del 30 al 60 por ciento este último año. La fertilidad, con este método, es baja pero, ¡que más da!, si al final las cifras resultan rentables. La muerte de las crías durante el parto es del 20 % para los visones y el 30 % para los zorros y perros mapaches.

Pero la aberración llegó de un proyecto llevado en secreto por criadores, veterinarios y compañías: la creación de un nuevo animal que fuese más manejable, más productivo y difícil de obtener por la competencia de otros países. Hace ya dos años de su existencia, celosamente guardada, hasta que fue descubierto y denunciado ante los medios de comunicación por las asociaciones protectoras: la SUPER-ZORRA.

Lograr un ejemplar vivo no fue fácil. Ni fotografiarlo en cautividad tampoco; las fotos que reproducimos, lamentablemente, son poco explicativas. Resulta de un cruce —desconciéndose los datos exactos y si ha existido manipulación genética—, del que se obtiene un animal, entre el perro y el zorro, con deformes características morfológicas. De exagerado tamaño respecto a este último, tiene las patas delanteras dobladas en su parte final de forma que se apoya prácticamente no en sus pezuñas sino en la parte que le sigue de la pata. La cabeza es exageradamente grande con respecto a los ojos, que presentas en sus córneas dos pequeñas cavidades. Sus cuartos traseros muy extraños y su cola —característica y representativa del zorro— es lacia, siempre baja y torcida hacia un lado. Los zorros, nerviosos por naturaleza, contrastan con la SUPERZORRA al ser ésta sedentaria. Siempre está sentada y casi quieta. Las que han logrado escapar de sus jaulas han producido un gran impacto entre la gente, pues caminan de forma lenta y trabajosa sin saber si se trata de un perro, un zorro o un enorme conejo.

Las características genéticas de la SUPERZORRA dominan, de forma que al cruzarlas con otros zorros normales se tiende a obtener animales de mayor envergadura. Sin embargo no pueden cruzarse entre ellas ya que abortan sus crías. Sólo un macho SUPERZORRO puede cubrir a una zorra azul y lo curioso es que de cada carnada, que suelen tener de tres a cinco crías, sólo el segundo parto es tipo «super». Los otros son normales. Una mayor y más completa descripción de las particularidades observadas en los análisis veterinarios está a disposición de los especialistas en nuestra redacción.

La existencia de este nuevo híbrido animal se ha podido mantener durante cierto tiempo oculto debido a que su piel, que resulta ser de una excelente calidad dentro del mercado, no refleja, en absoluto, las deformidades ni las características internas del animal. Y así se han venido cotizando estas pieles a... ¡un precio 35 veces más caro que una piel de zorro normal! Se comprenderá, ahora, los grandes intereses comerciales que se mueven a su alrededor.

Las asociaciones defensoras y el Grupo Antipiel finlandesa —entre las que destaca Animalia—, hay solicitado al gobierno: detener la continuación de la cría de esta especie, la instrucción de un informe para esclarecer todas las circunstancias en todo este «affaire» y pedir responsabilidades al Gobierno, en especial al Ministerio de Medio Ambiente, por haber estado promoviendo la exportación de las pieles de estos animales. La industria peletera ha reaccionado manifestando «que pararán de comerciar con esta especie», algo muy difícil de creer dado los beneficios que produce. (Fuentes: Finish Anti-Group Fur y Animalia-Helsinki).


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