Gestión de refugios

ADDAREVISTA 33

Entre las novedades que nos trae el año 2007 se encuentra la implementación de la Ley Esta novedad que rompe con la rutina de “limpiar las calles” a cargo de empresas contratadas a la vieja usanza y constumbre de ciertos municipios incluido utinaraimente en sus presupuestos catalana de 2003 de Protección de los Animales, que por primera vez en España prohíbe el sacrificio de animales de compañía en cualquier centro sean albergues, centros de acogida de la administración o privados, etc.

Ahora supone una nueva forma de actuación que rompe con la inercia de los años y la pereza en afrontar nuevos protocolos dentro de la desidia del funcionariado. Este proceso que ahora se inicia en Cataluña, de buen seguro será seguido con atención en el resto de España por lo que merece un especial cuidado en la capacidad de gestión, voluntad e interés de todos aquellos que se verán implicados. En Italia hace años que existe, se cumple en la mayoría de casos se cumple y ha llevado a una nueva mentalidad.

Dada la importancia e oportunidad del tema, dentro del programa de actividades desarrollado en el II Salón ANIMALADDA, celebrado en Barcelona el mes de septiembre de 2006 organizado por ADDA, se celebró una mesa redonda que bajo el título de Gestión de Refugios. Participaron en ella tres ponentes, dos provenientes del sector privado y un representante de la administración. Tambien se ha considerado interesante abarcar un mayor espacio para tener una idea ampliada y puntual de otros lugares representativos de España. Así pues se incluyen resumenes de actuación de la Sociedad Protectora de Animales y Plantas de Madrid, SPAP, y del albergue de Valencia. Reseñamos lo más destacado de las todos ello del mayor interes y actualidad.

CENTRO CANÓPOLIS. GEMMA KNOWLES, DIRECTORA FUNDACIÓN TRIFOLIUM

Canópolis es un santuario de animales abandonados muy especial. Lo gestiona la Fundación Trifolium. Nació hace nueve años, con el propósito de impulsar un cambio en la mentalidad de nuestra sociedad, difundiendo los mensajes más elevados de protección, conservación y respeto a los animales y a la Naturaleza. “En realidad -confiesa Gemma Knowles, su Directora- somos unos idealistas, porque creemos en un futuro iluminado, y aunque por el camino tengamos que hacer concesiones, nuestra meta es lograr que estos ideales cobren vida para que un día lleguen a convertirse en algo cotidiano y natural”

Situada en el macizo del Garraf aparece ante nosotros la ciudad de los perros. Este santuario, donde los animales abandonados viven en la mayor libertad posible, es un paraíso, un balcón sobre el mediterráneo donde han encontrado cariño y refugio. Trifolium ha conseguido regalar a los animales la oportunidad de sentirse sanos y felices, abrir a la sociedad, y sobre todo a los niños, una puerta hacia un mundo mejor. Los perros viven en grupos, procurando siempre que exista armonía y amistad entre ellos. Habitan en semilibertad, en un jardín mediterráneo de tres hectáreas y media, campando a sus anchas, jugando, tomando el sol. Cada uno de los cuidadores se encarga de un grupo. La libertad de los perros les permite organizar sus jerarquías y territorios. Para cualquier persona interesada en la psicología canina, Canópolis se convierte en un auténtico observatorio.

Dentro de Canópolis también existe Felípolis para los gatos. Se les ha proporcionado un espacio agradable donde viven como en una casa, con camas, mantas y juguetes, y todo un bosque con árboles para jugar y limar sus uñas. Los gatos, sensibles e intuitivos, aunque más independientes que los perros son cariñosos y también necesitan recibir una muestra de amistad y de Amor.

En la cocina se preparan diariamente 100 kg. de cocido casero. Se cocina con ingredientes como el aceite de oliva, y se añaden hierbas como el tomillo y el romero, debido a sus propiedades curativas. Exite una clínica veterinaria donde reciben sus primeras atenciones, incluso operaciones menores o curas donde no se precise una anestesia general. Siempre tienen una manta limpia, el calor de una estufa si hace frío y el afecto humano, creándose un ambiente de hogar. Canópolis dispone de su propia peluquería canina, con bañeras y mesas de corte, que ofrece tratamientos específicos de desparasitaje y problemas cutáneos, tanto para perros como para gatos. Integrado en los jardines, se encuentra el cementerio de los animales que en vida nos ofrecieron su amistad.

La fundación Trifolium desarrolla, además, un programa de actividades para fomentar el respeto hacia los animales y la Naturaleza. La intención es, a través de visitas guiadas por el santuario para grupos limitados de adultos y niños, educar sobre la tenencia responsable de animales. La fundación ofrece un programa de cursos, seminarios y talleres para niños y adultos con el objetivo de ampliar conocimientos sobre los animales y la Naturaleza. Se tratan temas como el adiestramiento, la tenencia responsable, la protección animal y ambiental, la psicología animal, la peluquería canina o diferentes terapias naturales. Se ha establecido un programa de voluntariado a través de un coordinador. Se promueven tanto el apadrinamiento como la adopción. Aunque el santuario se ha convertido en un verdadero hogar para los animales, la fundación Trifolium intenta establecer una plataforma desde la cual nuestra sociedad pueda aprender nuevos hábitos, elevar su estado de conciencia e incluso convertirse en portadores de esta filosofía a otros lugares.

El mundo de la protección de los animales y la Naturaleza es a menudo estremecedor, cuando no desalentador, porque las tareas a las que todos nos enfrentamos pueden desconcertarnos. Sin embargo, si miramos hacia atrás el panorama hace diez años era mucho peor, y las cosas que hoy se han logrado, como ANIMALADDA, eran entonces impensables. Para Gemma Knowles, en los próximos días la protección de los animales y la Naturaleza en España podría llegar a ser ejemplar. Los esfuerzos que se han hecho en el pasado se ven hoy recompensados aunque nos queda aún tanto por hacer que parece no haber cambiado nada. La tarea que todos continuamos haciendo hoy también dará su fruto. Por encontrarnos en un clima globalmente deteriorado estamos tal vez más faltos que nunca de ideas y ejemplos que sirvan para inspirarnos y alentarnos, aunque el mundo podría experimentar una transformación si somos cada uno de nosotros capaces en nuestra medida de trabajar hasta alcanzar ese futuro que deseamos: nuestro objetivo se ha convertido en el de inspirar unos valores más elevados, a través del contacto con animales y no hay mejores animales con los que empezar que con aquellos que nos han acompañado durante milenios.

Canópolis crece. Y para abarcar la responsabilidad que ello comporta tenemos de fomentar la integración. Por eso quizá lo más interesante sea el Proyecto Humanimal, que nació oficialmente hace un año, al formalizar unas actividades que espontáneamente ya se estaban impulsando. Con el nombre de Humanimal, Trifolium explica lo que el proyecto en sí pretende: la reintegración de los humanos con los animales y la Naturaleza y, así como la de los animales y la Naturaleza con los humanos. No es un proyecto educativo a nivel académico o didáctico, no tiene un programa estático ni rígido. Pretende sólo eso: facilitar el reencuentro entre personas y animales en un entorno natural, en el que ambos se ven notablemente favorecidos por la situación, y aprenden a convivir de manera armoniosa.

Todo esto representa la fórmula que supone el secreto del éxito de Humanimal. Los que acuden a nosotros se quedan ilusionados por el simple hecho de poder adentrarse en un Canópolis donde pueden tratar con unos animales que de muchas formas comparten sus sentimientos, en un entorno natural y de forma espontánea. Está compuesto por diversos programas cuyo contenido nos gustaría ampliar en un futuro, según los medios que obtengamos para su desarrollo, pues no olvidemos que detrás de todo esto existe una base económica estable, que permite a la fundación, mantener tanto a Canópolis como desarrollar estas actividades.

La primera de ellas es el programa de voluntariado. Es verdad que la mayoría de centros de acogida tienen voluntarios, la diferencia aquí es que las tareas y cuidados básicos que precisan nuestros animales ya están cubiertas por un equipo de personas bien entrenadas. Las personas y niños pueden entonces dedicarse a cepillar, a bañar, a jugar, o a asistir en la aplicación de terapias naturales. Estas tareas cotidianas sirven a la vez para ayudarnos a elevar el bienestar de los animales, que de otra forma precisarían muchos más medios. En segundo lugar, está nuestro programa de cursos y talleres. Adultos y niños aprenden a tratar a los animales mediante las terapias naturales y a elevar sus conciencias como humanos. Todo surge en compañía de animales. En realidad, los humanos vivimos tan alejados de la Naturaleza que hemos olvidado tratar con ellos, de forma que la ignorancia nos produce miedo y aprensión.

Y por último, pero no por ello menos importante, es el trabajo que se realiza con los niños que por una variedad de razones no pueden vivir con sus familias. Estos tienen sus necesidades básicas cubiertas, aunque sufren de problemas psico-afectivos como el sentimiento de abandono. El encuentro de estos niños con los animales que viven una situación similar ha servido de mucho para ambos. Intercambian emociones y tiernos momentos, sienten una fascinación los unos por los otros que supera a las palabras. Tal es la ilusión que los animales despiertan en estos niños que las salidas a Canópolis se han convertido en su actividad favorita. Lo curioso de H umanimal es que ha cobrado vida propia. Es como si llegaran a Canópolis personas que buscan el contacto con los animales para curarse, encontrarse con ellos mismos y recuperar fuerzas. En realidad una cosa lleva a la otra. El futuro de este proyecto ahora lo dictan los deseos de las personas, los niños y animales involucrados, y nosotros nos encargamos de que estos deseos se puedan cumplir. Para Trifolium este proyecto no es de su exclusividad, pues desearíamos que otros centros similares pudieran a su vez crear su propio Humanimal.

A la vez, los animales albergados se convierten en protagonistas, y en los terapeutas de nuestro espíritu, dejando atrás esa imagen de desahuciados. Ellos están ahí, esperando la oportunidad de volver a acompañarnos, y nos tienden una mano, o pata en este caso, para reconciliarnos con ellos y el resto de la Naturaleza. Con Canópolis, Trifolium no sólo pretende proteger a los animales abandonados. Proyectos como Humanimal pueden servir de inspiración para otros y así lograr que estos altos ideales se extiendan en beneficio de todos. Humanos, Animales y Naturaleza tienen la posibilidad de reencontrarse en una experiencia maravillosa.

ÁREA DE SALUD PÚBLICA. ANDREU BANÚS, DIPUTACIÓN DE BARCELONA

La Diputación es una administración de segundo nivel, dentro de lo que conocemos como administraciones locales, cuyo objeto es prestar apoyo a los ayuntamientos y desarrollar las competencias que por ley ha de ejercer.

Este apoyo tiene una vertiente económica, técnica y jurídica, y en el caso que nos ocupa, la protección de los animales de compañía, ha de implicar en el proceso a los responsables de las políticas de ayuda a la conciencia cívica, a la adopción de una red para procurar que la suma de las complicidades contribuyan a resolver o a actuar mejor ante las situaciones que se nos presentan. La Diputación de Barcelona, como administración, no gestiona ni directa ni indirectamente ningún Centro de Animales de compañía, presta apoyo a los ayuntamientos o protectoras para que desarrollen esta gestión, aunque sí es cierto que la Diputación dispone de un nivel bastante elevado de información, e intenta marcar criterios de lo que considera el conocimiento, la experiencia, el bagaje y el mínimo sentido común que debe aplicarse en toda acción.

En el año 2000 la Diputació puso en marcha un programa de atención local a los animales de compañía, siendo conscientes que, a corto plazo, los ayuntamientos se quedarían bastante indefensos ante la falta de conciencia cívica con respecto a la tenencia responsable de animales, el censo, la identificación, a menos que nuestra sociedad requiera que se tenga en cuenta si falla la actitud personal- que lamentablemente falla- ante el concepto de adquirir o compartir la vida con un animal de compañía. La administración y el legislador han de velar por los animales de compañía, y en Cataluña caminamos hacia un proceso de mejora en la atención a los animales. En este sentido la Diputación entendió que debían plantearse nuevas cuestiones, que iban más allá de la recogida y custodia de los animales; por tanto, en el año 2000 se decidió dar ese paso adelante, mediante el fomento de esta tenencia responsable y espacios de colaboración ciudadana, con la ayuda de las protectoras.

Este proceso ha dado unos resultados que tenemos que objetivar; en el año 2003 se realizó una encuesta en muy buena parte de los centros protectores y refugios y diferentes tipos de servicios de los que tenemos conocimiento, con el fin de determinar cuál era el estado de la situación, como resolver problemas respecto a la identificación y el fomento de la adopción, entre otros. Así, se resaltaron tres aspectos fundamentales:

  • La nueva ley catalana del año 2003 obligaba a la administración local a dedicar más recursos para dar respuesta a estas políticas. Por tanto, ésta es la primera cuestión que debemos tratar: los ayuntamientos necesitan recursos públicos para llevar a cabo sus competencias.
  • En segundo lugar, los Centros no son una solución en sí misma al abandono, sino que además deben considerarse como un elemento didáctico, dinámico, pedagógico, que promoviese la relación con el entorno y entre sí. Esta situación nos marcó una pauta importante a seguir.
  • Los Centros han de actuar como lugar de encuentro entre voluntarios, colaboradores y sociedad civil, es decir, la complicidad de la sociedad civil es la garantía del éxito que cualquier administración ha de procurar mantener y fomentar.

EXISTEN TRES TIPOS DE CENTRO:

  • Albergues de sociedades protectoras de animales convertidos en centros de atención y acogida de programas que posteriormente la Diputación ha desarrollado en su red. Aunque existe una colaboración esporádica con la administración, básicamente las aportaciones de ayuntamientos y entidades locales son puntuales.
  • Las perreras municipales, que se han ido reconvirtiendo en Centros de acogida de animales de compañía. En este caso ya concurre una implicación por parte de la administración local.
  • Los centros de nueva creación que se impulsaron desde la Diputación de Barcelona, con un concepto establecido de modelo: a quién debíamos acoger, cómo debíamos acogerle y qué tipo de gestión debía tener. Velar, obviamente, por la comodidad y el bienestar de los animales, a los que debíamos ofrecer una buena protección veterinaria. Con el fin de poder recuperar a los animales en caso de pérdida es necesario mantener un buen nivel informático y de información . Que los residuos que se generan en estos centros dispongan de una depuradora para evitar vertidos contaminantes. Son una serie de obligaciones que la propia administración no puede obviar.

Así pues, tras constatar la existencia de estas tres tipologías de centros, la Diputación de Barcelona se puso en marcha y éstos son los resultados objetivos:

  • Animales recuperados (con respecto a los ingresados): el año 2000, el 8 %; el año 2005, el 20 %
  • Progresión de las adopciones: el año 2000, el 39 %; el año 2005, el 63 %
  • Disminución de las eutanasias (prohibidas a partir de 2007): el año 2000, el 47 %; el año 2005, el 20 %

La trasparencia se demuestra con las cifras. Hemos mejorado, aunque no todo lo que desearíamos. No hemos dado ningún paso atrás, ni nos hemos estancado. La tendencia progresiva es a continuar. Esto supone unos costes, que alguien debe pagar; entre los Centros de acogida de nueva creación que la Diputación ha promovido podemos citar tres ejemplos:

  • Vallès Oriental, estamos hablando de unos 700.000 euros de coste de inversión en obra.
  • Maresme prácticamente puede hablarse 1.000.000 de euros de inversión en obra.
  • Osona. El caso de Osona es un poco específico, pero en lo que respecta al coste de inversión implica un promedio de 800 000 euros.

800.000 euros es la media para que la atención sea digna y que los programas que se desarrollan dispongan de su espacio. Esto no incluye los costes de gestión, aunque también son importantes, y varían entre los 100,00 y los 430,00 euros animal/año, supone también una diversidad en lo referente a fórmulas de contratación de las personas responsables de la gestión, del personal que trabaja, de disponer o no de servicios colaterales, del servicio básico de las furgonetas. En fin, que existe una casuística muy amplia, pero resulta evidente que en lo que respecta a la gestión no hay un parámetro básico de referencia único, ni en el modelo ni en los costes, es muy diversa y diferente, aunque tal vez podríamos afirmar que no es así en lo que se refiere a costes para el ciudadano que ha de pagar los impuestos directos e indirectos. Parece que el ciudadano percibe que esto no cuesta dinero, que más o menos esto se va haciendo, y que alguien se encarga.

Por tanto, el modelo de gestión está basado en ahorrar costes para establecer este “sistema red”, y así varios municipios compartan estos servicios y por tanto participen el los gastos, para que también dispongan de datos informáticos de los animales residentes en sus Centros. Para facilitar el rescate y la adopción, un claro ejemplo es el buscador euscat (*). Sin embargo, existen inconvenientes. El modelo estaba pensado en el año 2000 para un tipo de Centro excesivamente dependiente del voluntariado, excesivamente dependiente de la sociedad civil, que ojalá continúe siendo cómplice de la administración en este proceso. Por tanto, hay que adecuar, profesionalizándolos, algunos de los planteamientos que llevamos adelante

Como conclusión: hemos constatado que es necesario reforzar la relación entre el mundo local y las entidades proteccionistas. Existe una necesidad recíproca. Somos los únicos actores que financiamos y no obtenemos ninguna compensación con respecto a la inversión, pone dinero mucha más gente, pero probablemente no sufren la tensión que sufren las protectoras y la administración local.

Por otro lado hemos de cuidar la diversidad de Protectoras y Centros de protección de animales de compañía, porque no sería bueno definir un modelo único e incontestable. Tenemos un país muy diverso; lo importante es poder proporcionar un nivel de recursos lo más homogéneo posible, y que satisfaga con el máximo de calidad y rigor a todos los ciudadanos, aportando cada uno lo que pueda. Nosotros pensamos en Francia como país de referencia, en el modelo francés como realidad más cercana adecuada a nuestra manera de ser. Probablemente resultaría necesaria una desgravación fiscal, de la que gozan los franceses, pero nosotros no.

PROTECTORA DE ANIMALES DE MATARÓ (BARCELONA). SILVIA SERRA, PRESIDENTA Y DIRECTORA DEL CENTRO DE ACOGIDA DE ANIMALES DE COMPAÑÍA, CAAC.

La Protectora de Mataró tiene bastantes años de historia; nace en el año 1971 y siempre ha ayudado a algún centro de acogida; en aquella época todo era muy precario, y se recogían animales de la mano de los voluntarios. Así, con el tiempo, la Protectora pudo disponer de un albergue para gestionar el centro de acogida que gestionamos ahora, el municipal, aunque siempre lo hemos hecho con mentalidad proteccionista. Esto implica recoger a los animales que encontramos sin hogar, y sobre todo aquellos que no desean tener sus amos por motivos diversos, para que dispongan del máximo bienestar posible. Esto implica atención veterinaria, alimentación y contacto humano. La finalidad del centro siempre ha sido encontrarles un hogar, es decir, la adopción resulta esencial. Y aquellos que no se puedan dar en adopción, pues tenerlos en los refugios de la mejor manera posible. La pregunta, la gran pregunta, es cómo no eutanasiar, cómo gestionar un refugio sin tener que eutanasiar para controlar el nivel de población de los animales. Cuando tenemos en cuenta que en Mataró, por ejemplo, tenemos un ritmo de entrada de dos animales por día, recogidos de la calle, entre gatos y perros. Y ya no hablemos de las numerosas solicitudes de particulares, de toda Catalunya, e incluso del resto del país para dejarnos su animal..

¿Cómo evitamos la superpoblación sin eutanasia? Pues evidentemente fomentando la adopción, que para los responsables de este centro es la única forma de mantener este control. Esto se consigue gracias a la colaboración de voluntarios, socios, padrinos, alguna empresa que logramos que nos ayude. Lo que logramos, sobre todo, es poder hacer frente a los grandes gastos sanitarios que comportan la recuperación de los animales que han sido atropellados, heridos, o que nos dejan atados a la puerta con enfermedades graves, la gran cantidad de cachorros que se encuentran en contenedores, que te dejan en la puerta, que te llama la gente. El de los cachorros es un problema gravísimo, y por último los animales viejecitos, a los que cuesta mucho dar en adopción.

En este punto nos diferenciamos del tipo de gestión de las empresas privadas. Tuvimos un triste ejemplo en Mataró. Se produjo en el año 1999 con la empresa SACPA y lo vivimos en nuestras propias carnes. Mataró siempre tuvo su albergue, pequeño, precario, mejor o peor, gestionado con muy pocos recursos, muchos problemas sanitarios, una falta de interés total por parte del ayuntamiento; o sea, en aquel momento no era interesante este tema, no se invertía dinero y no teníamos los avances tecnológicos que tenemos hoy día, Internet o la telefonía móvil. Hablamos del siglo pasado, del año 1998; en aquellos momentos se produce un conflicto i se nos pide que salgamos fuera de Mataró, del centro de acogida de animales, y nos quedamos con más de 100 perros y cerca de 30 gatos sin techo, para dar paso a una empresa privada, sabemos que fue un fracaso, sabemos que la gestión privada y con ánimo de lucro resulta inviable, no debemos ser matarifes. Y esto provocó un cambio, no tan sólo en Mataró, sino en toda Catalunya, por lo que veo fue también cuando la Diputación de Barcelona comenzó a plantear nuevos sistemas, se modificó la Ley, y parece ser que se comenzó a invertir más, sobre todo en el tema de la perrera municipal. Paralelamente, mientras no se encontraba una protectora que gestionara y limpiara la imagen de Mataró, a nosotros nos cedieron un refugio, el de “Cal Pilé”, esto significa que Mataró dispone ahora de dos centros de acogida, el Centro de Acogida Municipal, muy viejo, de toda la vida, creado hace veinte años, muy precario, pero que funciona, y otro que se creó el año 2000, coincidiendo con el escándalo de Mataró, y se cedió a la Protectora de Animales de Mataró. Entonces se estaba luchando para que nos lo dieran, i la desgracia aceleró el proceso. Pudimos trasladar a nuestros perros, muchos de los cuales vivían en un estado muy precario, muchos murieron, pero con la esperanza de que algún día les dieran este deseado refugio de “Cal Pilé” y así los responsables pudieron continuar con su labor. Mientras tanto entró una Protectora de fuera de Mataró y logró una buena ayuda económica por parte del ayuntamiento; los responsables de la Protectora, por su parte, sufrieron una crisis, que dio paso a una Junta Directiva con gente más joven y otro modo de ver las cosas.

Lo que sí hemos aprendido -asegura Sílvia- es a sacar provecho de los errores del pasado, y mirar de no caer en el mismo error. Nuestra idea de refugio no es la de una prisión, no queremos perreras cerradas, como si todos los animales que estuvieran allá fueran peligrosos, con barrotes y rejas. Esta no es la manera de vivir de un ser vivo. Lo que tenemos es lo que tenemos, somos una entidad sencilla y sin recursos económicos propios, aunque tenemos una ayuda importante del ayuntamiento. Queremos que los centros de acogida sean espacios didácticos, y sobre todo con la ayuda del voluntariado, que es la pieza clave para llegar a donde no se puede llegar con personal asalariado.

La visión renovada de nuestra entidad que ya se ha mencionado comenzó con mucha fuerza, con gente más joven y con la tecnología bajo el brazo, nuestro trabajo es un servicio al ciudadano, y así lo hemos de tener todos claro, por esta razón hemos de valorar este trabajo, poner un precio a este servicio, por el sistema de hacer pagar por adopción, hacer pagar por la renuncia a un animal, de una tasa. Ahora hacemos pagar 300 euros a quien quiere dejar su perro, y tenemos lista de espera, y la gente paga. Y después, muy importante, hemos de esforzarnos para acercarnos más a los gobiernos, municipal y autonómico, y ayudarles a solucionar el grave problema que tienen. Yo te ofrezco tú me ofreces. Por el bien de los animales, no hemos de vivir con nuestro orgullo, ellos nos escucharán si demostramos que trabajamos con eficiencia y sentido común. La única manera que nosotros vemos y defendemos es gestionar un refugio con mentalidad proteccionista, y no entendemos otra.

ALBERGUE SAN FRANCISCO DE ASÍS. SOCIEDAD PROTECTORA DE ANIMALES Y PLANTAS DE MADRID (S.P.A.P.)

La sociedad protectora de Animales y Plantas de Madrid (SPAP), cuenta con uno de los albergues más modernos de toda España: El Albergue San Francisco. Ubicado en la Crta. Fuencarral al Pardo km. 2,200, consta de unos 30.000m2, en los cuales se disponen de diferentes espacios tanto abiertos, donde sus “huéspedes” pueden desenvolverse en semilibertad, como instalaciones cerradas. Entre éstos distintos espacios encontramos 27 patios colectivos (que varían entre los 300 a 600m2), 15 patios individuales, 2 gateras (con calefacción y patios internos y externos), 1 clínica veterinaria con quirófano, 4 enfermerías, 1 almacén y 1 depuradora.

Concretando algunos aspectos interesantes de dichos espacios, los patios están provistos de naves con cheniles individuales para dormir y tolvas que evitan las posibles peleas por la comida. Y, como no, también disponen de bebederos con grifos. Además, específicamente, se han creado unas cachorreras de 15 cheniles individuales y patios, también individuales para el aislamiento y los recién llegados. Por lo que respecta a las gateras cabe destacar el patio de llegada, paso inicial de los gatos recién llegados (a los que previamente se les ha realizado las pruebas de FeLV-FIV) hasta su paso al patio definitivo. Por otro lado, también cuentan con servicio de peluquería y aseo para los perros y gatos.

En caso de entrada de un “bienvenido”, para tener un control exhaustivo de los animales, se llevan a cabo una serie de procedimientos.

  • En primer lugar, se averigua si nuestro huésped tiene propietario o es vagabundo y, en cualquier caso, si está, o no, identificado.
  • Seguidamente se le realiza un examen clínico general (desparasitación y vacunación, en caso de ser cachorro) y se le registra en la base de datos. 
  • A continuación, pasa un proceso de aislamiento – cuarentena en las enfermerías y/o patios individuales.
  • Una vez pasada dicha cuarentena, se le pasa a los patios en grupos (según sexo, edad, tamaño, etc.).

Para lograr una atención adecuada de los animales, se realizan revisiones veterinarias todos los días (desparasitaciones, vacunas, implantación del microchip, análisis de lesishmania, esterlilizaciones, etc.) y otras atenciones determinadas en momentos concretos (desparasitaciones internas cada tres meses, baños antiparasitarios en primavera – otoño, cepillados, cortes de pelo, baños, etc.), así como limpieza de patios y cheniles (se recogen las heces tres veces al día, se lavan los patios y las naves con agua y, 1 ó 2 veces por semana también con lejía).

En relación a las salidas de los animales se pueden dar diversos casos: la eutanasia (por enfermedad grave, inadaptación o agresividad), la muerte natural, la recuperación o la adopción. En los casos de adopción, previamente se asegura que el animal lleve microchip, las vacunas correspondientes, y una adecuada desparasitación y esterilización. A partir de aquí, el adoptante mantendrá informado al albergue de la evolución del animal, para de esta manera, conseguir un seguimiento adecuado.

Según palabras de José Luis Torres, Jefe Veterinario del albergue de la SPAP: “nuestra intención es ofrecer a los animales una calidad de vida lo más adecuada posible y educar a la gente para que no abandone animales”. Torres añade que “de nada sirve tener un almacén de animales si no se educa a la población, sobre todo a los niños, y se hacen campañas de esterilización”.
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