¿Perros hacia Alemania? El decálogo de seguridad

ADDAREVISTA 40

Debemos referirnos nuevamente a una situación que ya se prolonga desde decenios. Dentro del mundo de los albergues y protectoras es de general conocimiento que una de las posibilidades de aligerar el permanente colapso de sobrepoblación de perros y gatos es la posibilidad de enviar hacia Alemania perros y gatos. Favorece esta circunstancia que además, no siempre, quien entrega los animales se obtiene una compensación ya sea económica o en forma de especies: pienso, utillajes, medicamentos, etc.

Las protectoras, necesitadas, muchas veces, de ayudas de las administraciones locales, de los socios que las soporten con sus cuotas y de mucha incomprensión por parte de la gente, cuando se les presenta la oportunidad de encontrar caminos de salida para sus forzados huéspedes hacia países centroeuropeos en donde, por lo general, existe la creencia de un mayor respeto y un mejor trato hacia los animales en general y los de compañía en particular, difícilmente rechazarán esta oportunidad. Es comprensible, entonces, pensar que el boca a boca corra y ante una demanda continuada, la oferta también se expanda. 

En el año 1997 el ADDA hacía publicó un detallado Informe sobre esta situación que: era, y continúa siendo de plena actualidad, porque las premisas son las mismas y se han ido prolongando a través del tiempo. Su redacción se llevó a cabo, con un acopio sosegado, pero constante, de información y referencias. Fueron casi dos años de trabajo. Se obvió de citar parte de información adquirida porque no se hallaba suficientemente contrastada o porque algunos contenidos se consideraron mejor silenciarlos. Muy al contrario, cuando lo que se pretendía dar era un toque de atención a fin de reforzar la garantía y buen fin de los envíos, el resultado fue una respuesta hostil contra el ADDA por parte de unas determinadas entidades que se consideraron aludidas aunque no se mencionaban ningún nombre en concreto. Lamentablemente el informe no fue interpretado como un documento de estudio y reflexión. 

Estamos en 2010, han pasado 13 años desde la aparición del Informe ADDA y la situación se mantiene y se multiplica facilitada ahora con la herramienta de Internet. Quienes envían perros y gatos a Alemania están convencidos y confiados que hacen una buena labor, que los animales encentrarán, por fin, un hogar en donde serán bien acogidos y queridos (la foto del perro disfrutando del sofá de la sala en casa de acogida, es muy frecuente) y que, por lo tanto, no tienen porqué preocuparse. Se les dan unas buenas explicaciones, se les recogen a los animales, obtienen, de más a más, algunos beneficios y con esto basta.

Se sabe, o si no, hay que saberlo, que los refugios alemanes, al igual que los españoles, están llenos de animales. Y si es así ¿cómo puede un país absorber año tras año tantos miles de animales, no tan sólo de España sino de otros países como pueden ser Italia, Portugal, Grecia, y países del Este? Otros países receptores, son Suiza y Austria. Si se hiciese un cómputo del número de perros y gatos, importados desde Alemania, todos los hogares de Alemania deberían tener uno o más animales de compañía. Consta que al menos 5 refugios en España, la mayoría regentados por ciudadanos alemanes, exportan animales y giran en torno a la órbita de una potente federación alemana, la Deutscher Tierschutzbund; en este caso, al menos, esto significa una garantía; pero no se trata de unos pocos, pues el número es bastante mayor.

PRECAUCIONES A TENER EN CUENTA:

  1. Ante cualquier solicitud que se reciba de animales para ser exportados hay que proceder a una identificación exhaustiva del solicitante quedándose fotocopia del DNI -o similar- o pasaporte. Saber si trabaja sólo o como empleado de una entidad. Averiguando de cuál se trata; pedirle que se identifique plenamente y que, además, proporcione referencias suyas. Esto no tiene que ser un obstáculo para establecer unas buenas y futuras relaciones. Antes al contrario, si quien les pide llevarse animales, goza de la solvencia que se le solicita, lo comprenderá perfectamente y estará de acuerdo en facilitar tantos documentos como sean necesarios. A su vez, valorará le seriedad de la protectora o albergue español.
  2. Observar la cadencia y las características de las recogidas. Si estas están previamente bien anunciadas y se cumplen con las llegadas pactadas. Qué clase de vehículo se utiliza, si se trata de un coche particular (Alemania tiene establecido un tope del número de animales a transportar) o bien si se trata de un camión o furgoneta. Tomar las matriculas de los vehículos y comprobar si siempre son los mismos, tanto chóferes (que deben identificarse). como de los vehículos que hacen las recogidas.
  3. Comprobar si los vehículos están convenientemente adaptados para el bienestar de los animales durante el viaje. Cuál será la duración del mismo y las paradas de descanso que se harán si son necesarias. 
  4. Solicitar la Hoja de Ruta del itinerario a seguir, hora aproximada de llegada y conocer la dirección del, o los destinos, con sus teléfonos, y e-mails de donde se entregan los animales.
  5. Conocer el teléfono móvil del conductor para poder, si es necesario, ponerse en contacto con él durante la duración del viaje.
  6. Observar si la operación de recogida acostumbra a ser con prisas y precipitada, o si el horario de recogida comporta realizar el trayecto, mayormente, de noche.
  7. Si el animal una vez llegado irá a un adoptor concreto, hay que conocer su dirección y tenerlo identificado para poder, aleatoriamente, hacer una comprobación posterior sobre el estado del animal.
  8. Si los animales parten en grupo hacia una Protectora extranjera, quien los entrega en España debe haber pactado que tendrá conocimiento del destino de cada animal cuando salga del refugio para hacer, si lo desean las comprobaciones pertinentes.
  9. Los perros y gatos deben salir de España identificados y esterilizados con un informe veterinario respecto a cada animal. Conocer los códigos de identificación por si existe un cambio. 
  10. Qué tamaño de perros se solicitan y de qué edad. Si se prefieren de raza y de tamaño mediano.  

El “Decálogo de Seguridad” debe servir a las protectoras y los albergues para formarse el perfil de fiabilidad del demandante; de saber con quién o quiénes se está tratando y, por tanto, de asegurarse -en conciencia- de que aquel animal, efectivamente, encontrará aquella segunda oportunidad tan ansiada, con el buen trato y cariño que sus nuevos tutores le van a dedicar hasta el fin de sus días. Repetimos, si quienes se llevan los animales responden con claridad, no se sienten ofendidos por ello y además ofrecen toda clase de pruebas sobre el papel y documentos, la protectora, en principio, no tiene motivos para desconfiar. Pero si se niegan a facilitar los datos que se les solicitan; con excusas, prisas, dilatando la información o con explicaciones poco coherentes, tiene que ser un motivo de preocupación, muy serio, antes de hacer entrega de los animales. 

Nota: El informe “Exportación de perros y gatos desde España hacia otros países europeos”, del año 1997, puede adquirirse a través del Rastrillo de ADDA, www.addaong.org.

 

Ong ADDA -Junio 2010


Relación de contenidos por tema: Animales de compañia


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