Foie- gras. La verguenza del "gourmet" - Redacción

ADDAREVISTA 13

Si bien uno de los aspectos más reprobables es la tortura de los animales para su diversión como ocurre en algunas fiestas populares, no menos repulsivo es otro tipo de tortura infringido a las ocas y los patos bajo el aspecto del esnobismo, sibaritismo, el lujo y el privilegio gastronómico de los "gourmets" que fomentan la permanencia en las cartas de los restaurantes los platos de foie-gras. Como en tantas otras ocasiones, el consumidor final es quien promueve toda la cadena desde su inicio. Se puede ser un buen gourmet y apreciar las delicias de la buena mesa, a la que todos tenemos derecho, sin que por ello se tenga que involucrar, y abonar, la tortura de los animales. Lamentablemente aún no se conoce una asociación gastronómica, de las muchas que existen, con la consigna de rechazar cualquier plato que implique crueldad, recabando si se comen carnes pues aquí no se entra, ahora, en el tema del vegetarianismo, que cumplan con una probada verificación que, durante el proceso del engorde y sacrificio, el animal ha sido tratado lo más humanitariamente posible a fin de evitarle sufrimientos innecesarios. Platos como las ancas de rana, los caracoles "a la llauna" de tradición leridana, los pajaritos fritos, ciertos tipos de caza... y, muy especialmente, por lo que nos ocupa en este caso: el foie-gras, deberían ser erradicados definitivamente.


 LA TORTURA DEL EMBUDO

Se trata de un refinado procedimiento, símbolo de la utilización hasta aspectos demenciales de indefensos animales con la sola justificación de complacer la glotonería y el esnobismo de cierta sociedad del bienestar, en parte favorecida por la falta de información y sensibilización que continúa la extensión y demanda de un producto que reduce las pobres aves a la atrofia progresiva de su hígado, a la asfixia y a una vida de constante tormento y dolor. ¿Puede el hombre, consciente y consecuente, fomentar esta crueldad?
El foie-gras según el diccionario gastronómico Larousse es "una preparación hecha con hígado de oca, o de pato, hipertrofiado por un engordamiento metódico del ave. Este engordamiento se realiza con maíz y otros productos naturales para lo que se utiliza un tubo, o embudo, de forma metódica y diaria hasta obtener el resultado de un hígado que puede llegar a pesar dos kilos". Lo que sesgadamente se denomina como "metódico" resulta de escoger, primero, un ave de la especie de pato barberí o la oca que, según los expertos, es más exquisita.
Las primeras semanas las aves viven relativamente libres y son alimentadas de forma normal. Después son introducidas en espacios muy reducidos: doce patos pueden estar en un recinto entre uno y dos metros cuadrados de superficie. Si dispusieran de más espacio harían más ejercicio, no engordarían lo suficiente y gastarían más energías con el resultado de una menor rentabilidad. Antiguamente la introducción forzada del alimento se hacía manualmente con el embudo con masajes en el cuello para que el bolo bajase. Hoy en día la tecnología lo preside todo: una máquina con un tubo, mientras con un gancho se le estira el cuello y se le inmoviliza, penetra unos 40 centímetros a través de su cuello hasta depositar en el esófago el alimento compuesto de maíz escaldado con aditivos de grasas, dispensado masivamente a través de un molinillo con una espiral mecánica. Esto ocurre de dos a tres veces por día. Si intenta regurgitarlo se le impide sujetándole el cuello. Esta dieta deficiente en nutrientes tales como proteínas, celulosa, varios aminoácidos y vitamina B, hace que le hígado almacene grasas en vez de eliminarlas. El laboratorio experimental de Landes (Francia) encontró que este tipo forzado de alimentación produce un 10 por ciento de muertes por enteritis. Las autopsias demostraron desórdenes del corazón, ruptura de células membranosas del hígado, cirrosis, osteofagitis y lesiones en la molleja y en el intestino. No obstante el proceso alimentario continúa porque no muestra signos externos de estas patologías. La asociación norteamericana PETA demostró la existencia de aves que perdían líquidos por el cuello al beber a causa de los destrozos causados por el tubo de la alimentación.

El hígado de un pato pesa normalmente alrededor de 120 gramos y presenta un aspecto rojizo. Por contra con el sistema "metódico" adquiere un color amarillo, brillante y grasiento con un peso que puede llegar a los dos kilos. Su sacrificio tiene que efectuarse en la granja porque el ave no resistiría el traslado al matadero. Para tener una idea de la monstruosidad del procedimiento hay que imaginar que a una persona se la obligase a ingerir 12,5 kilos diarios de espaguetis, pues éste es el equivalente de lo que se introduce en el esófago del pobre animal.

VOCES DE PROTESTA

Han sido numerosas las voces de protesta que se han alzado frente a esta brutalidad. Como siempre, el Parlamento Europeo tuvo que jugar un triste papel: en 1983 se perdió una moción prohibiendo el foie-gras por siete votos de diferencia con la particularidad que apareció un informe presentado por el Consejo de Europa que decía que la alimentación forzada en patos y ocas no les causaba sufrimientos y se hacía mención a una organización de bienestar animal. Asociación fantasma compuesta por tres personas que no tenían relación alguna con el bienestar animal. El fallecido etólogo Konrad Lorenz, indignado por el informe manifestó "las opiniones que toleran la alimentación forzosa en ocas y patos son una vergüenza para toda Europa". Recientemente el eurodiputado británico Madrom Seligman presentó de nuevo la cuestión... ¡y de nuevo apareció el informe fantasma!. Lo que significa que, como siempre, poderosas presiones económicas impiden el avance en el bienestar animal.

Países productores.
Los principales países productores de foie-gras son: Francia que a la vez es el gran consumidor con 9.000 toneladas anuales, Israel, Hungría, Luxemburgo y, recientemente, España. En nuestro país, hace unos años, fue iniciada su producción en Catalunya, en la provincia de Girona, y en Euskadi. El producto posee los condicionantes para que el papanatismo de los fatuos arrele rápidamente: es caro, con 18.000 pesetas el kilo, y por lo tanto escaso. En España, y a pesar de la crisis, hay que "saber distinguirse" y por lo tanto su producción, y consumo, va en aumento. No sólo para propios sino para exportar al mercado francés.

NO CONFUNDIRSE

Existe, por desconocimiento, una gran confusión entre lo que es foie-gras y lo que es paté. Circunstancia que algunos avispadillos aprovechan para engatusar a quienes suponen descubrir foie-gras a precios de ganga. El paté es una preparación de cocina a partir de hígado de cerdo, de aves, de conejo... y por extensión de lenguado, de marisco, de vegetales o sucedáneos. Hay que ser por tanto conscientes que en el paté no existe la alimentación forzada ni tiene por qué existir crueldad. Su consumo, según cada componente que lo integre, estará a resultas de las preferencias u opciones de cada cual.


Documentación: Fondo documental ADDA, La Vanguardia, SNDA, Turning Point, CIWF y PETA.

 

Ong ADDA  -1994


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