Avestruces

ADDAREVISTA 17

"En una ocasión vi y dibujé a una hembra cuidando a sus polluelos. Los jóvenes reciben mucha atención tanto por parte de la hembra como del macho adultos antes de desarrollar la independencia necesaria para trasladarse con su núcleo familiar". John Seerey-Lester.

LA ÚLTIMA VÍCTIMA DE LA INDUSTRIA

El avestruz, el ave más grande sin capacidad para volar, ha habitado este planeta durante cincuenta millones de años. Sus patrones de comportamiento son ricos y complejos. Los machos realizan bailes prenupciales muy artísticos y los padres se turnan en la incubación de los huevos. Los machos, cuyas plumas son más oscuras, se posan sobre el nido por la noche, y las hembras lo hacen durante el día. Ambos cuidan de los polluelos durante los primeros diez meses de su vida. Pueden alcanzar hasta 2,7 metros de altura y viven hasta ochenta años, criando hasta pasados los cuarenta. Acostumbrados a climas calurosos y secos, recorren vastas distancias y pueden correr a velocidades de hasta 100 kilómetros por hora.

EL AVESTRUZ DE GRANJA

Un boom de centros de cría de avestruces se está extendiendo por todo Europa. Aves de cría, polluelos y huevos fértiles importados y exportados cambian de manos a unos precios astronómicos en una verdadera fiebre por crear una nueva industria. A estas aves tan impresionantes, que precisan de grandes extensiones, se las confina en corrales pequeños, y a los polluelos se les amontona en naves para protegerlos del clima pues no pueden soportar las frías temperaturas de nuestras latitudes. 

Los avestruces no poseen glándula impermeabilizadora, por lo que sus plumas no son impermeables y se empapan con facilidad. Debido a la ausencia de las semillas y hierbas de la sabana sudafricana, se alimentan de piensos como los que se suministran a los pollos, elaborados con productos residuales de los mataderos. Los huevos son recogidos a diario para ser incubados artificialmente. Los machos se vuelven muy agresivos en ese momento y los granjeros deben tomar las precauciones adecuadas para protegerse de sus ataques.

"...una patada de una de esas patas poderosas con sus grandes garras pude causar una herida terrible; se han dado casos de ataques mortales". Dr. Brian Bertram, Director del Slimbndge Wildfowl Trust, Enero de 1995.

 LOS POLLUELOS

Durante sus primeros tres meses de vida, los polluelos de avestruz son muy delicados, y a menudo mueren sin razón aparente en el llamado "síndrome del polluelo que se desvanece" pero en su hábitat natural son fuertes y resistentes.

ENFERMEDADES POR CRÍA INTENSIVA

Están surgiendo enfermedades infecciosas y problemas en las patas, siendo el estrés, también, causa de mortalidad. Se producen heridas autoinducidas cuando los avestruces, que se asustan con mucha facilidad, corren y chocan contra las vallas, o se hieren los unos a los otros, accidentalmente o por una agresión directa. Gran parte de su sufrimiento está asociado a su vida en cautividad y a la carencia, en su crecimiento, de los cuidados maternales y paternales.

CAPTURA, TRANSPORTE Y SACRIFICIO

Es fácil imaginar el estrés y los daños infligidos a estos enormes y nerviosos animales cuando son rodeados para ser capturados y llevados al matadero. Para dejar al avestruz ciego e indefenso, se le coloca una "capucha" (a menudo un calcetín viejo) en la cabeza y, como un criminal condenado a muerte, este magnífico animal es conducido al matadero. Todo ello, para promocionar como novedad una carne "exótica", o hacer bolsos o plumas para la vanidad.

LOS ANIMALES DE CRÍA

Como pasa con todas las aves de consumo criadas intensivamente hoy en día, los animales de cría llevan una vida artificial y estresante. En estado salvaje, los avestruces escogen a sus parejas cuidadosamente, y los machos se abandonan en bailes exóticos y prolongados para atraer a la hembra escogida. Ambos sexos, padres y madres, son solícitos durante casi un año, después del cual los polluelos pueden desenvolverse por sí solos. La vida en una granja les coarta la mayor parte de sus instintos naturales.

PLUMAS PARA EL FUTURO

Todo parece indicar que, en todo el mundo, se está llevando a los avestruces por el mismo camino que a los pollos y los pavos, en una búsqueda despiadada por ganar rápidamente peso en carne y también los beneficios que de ella se derivan. Los avestruces ya encerrados en granjas están sufriendo muchos de los mismos problemas de salud y bienestar que tienen que soportar millones de otras de aves domésticas sometidas a la cría intensiva.

"Otras mejoras en eficiencia podrían realizarse mediante la duplicación de la cantidad de carne que produce cada ave". El Dr Coleman, presidente de una empresa consultora de cría de aves de los Estados Unidos, cree que "los nuevos avestruces de cuello rojo y azul, que pesan una media de 22 a 24 kilos cada uno, pueden ser engordados hasta los 45 kilos".World Poultry, Misset, Vol 10, n° 8, 1994.

 

Ong ADDA  -Junio 1997


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