Codornices

ADDAREVISTA 17

LA VÍCTIMA MÁS PEQUEÑA

Aunque son salvajes y tímidas por naturaleza, las codornices japonesas son criadas intensivamente para suministrar carne y huevos en un mercado "de lujo". Su crecimiento extremadamente rápido y su pronta madurez sexual hacen de la codorniz de granja un negocio muy rentable.

¡A PONER! COMO LAS GALLINAS DE BATERÍA

Estos pequeños pájaros son cebados en jaulas en batería, prisiones en miniatura diseñadas para frustrar los repetidos y desesperados intentos de vuelo y huida. La codorniz enjaulada no puede desarrollar su patrones de comportamiento naturales como el bario con tierra y la búsqueda de comida en su entorno. Las hembras no tienen donde esconderse para poner sus huevos, ni disponen de materiales para la nidificación. Cuando se asustan, las codornices primero se acurrucan, y luego vuelan hacia arriba, en vertical. Metidas en jaulas ese comportamiento les puede producir heridas importantes en la cabeza, a veces mortales.

LA PRODUCCIÓN DE CARNE

Las codornices criadas para carne son mantenidas, al igual que los pollos, encerradas por miles en naves pobremente iluminadas.

SU SUFRIMIENTO

En su hábitat natural, la codorniz japonesa vive entre la hierba y los arbustos, volando distancias cortas. Como todos los pájaros, son muy activas. Los dos sistemas intensivos, en jaulas o naves, privan cruelmente, a estas aves de su libertad.

ESTRÉS Y AGRESIVIDAD

Muy agresivas debido a sus horrorosas condiciones de vida, soportan un gran estrés y, a menudo, se atacan las unas a las otras, arrancándose las plumas y a veces los ojos. Son comunes las heridas en la cabeza, que pueden ser mortales. La competencia por la comida puede producir lesiones y, en las más débiles, la muerte por inanición.

ENFERMEDADES Y SISTEMAS INTENSIVOS

Los problemas en las patas y piernas, articulaciones inflamadas y prolapso uterino causan a la codorniz de granja mucho dolor. Se considera como normal un alto porcentaje de mortalidad debido a enfermedades y lesiones.

CON 5 SEMANAS, ¡AL CONSUMO!

Las codornices pueden vivir varios años, pero las criadas para su carne tienen una existencia muy corta. A las cinco semanas de edad las codornices pesan entre 160 y 250 gramos, y han alcanzado su máximo rendimiento en cuanto a velocidad de crecimiento. En el matadero, estas aves tímidas son colgadas boca abajo mediante grilletes metálicos y aturdidas con descargas eléctricas antes de degollarlas. En módulos de producción pequeños, pueden ser sacrificadas mediante decapitación o dislocación traumática del cuello.

PONEDORAS Y AVES DE CRÍA: MAYOR SUFRIMIENTO

Las codornices criadas para poner huevos y las mantenidas como reproductoras permanecen confinadas durante varios meses en jaulas. Entre las aves de cría se producen cruces no naturales que producen heridas a las hembras.

 

Ong ADDA  -Junio 1997


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