Galicia ha dado un ejemplo de buen trato a los animales. En O Porriño (Galicia) un novillo destinado a ser sacrificado en un matadero por circunstancias excepcionales logró escaparse de su triste fin saltando una valla de 1,50 metros y huir al monte durante 26 horas hasta ser capturado con dardos paralizantes. Conocido el hecho por la Fundación Altarriba, será trasladado a Cataluña para pasar el resto de su vida en un santuario de la Fundación. 

El bovino, rebautizado como Santiago en recuerdo a Galicia, tuvo la suerte de no sucumbir bajo las armas de fuego a lo que se está acostumbrado. Se da la circunstancia que en este hecho, con un feliz resultado, han concurrido varias circunstancias. 

Primera: la sensibilidad de sus captores que, con la cabeza fría, disponían del personal y de los útiles necesarios. Tan normales como unos veterinarios y un fusil de dardos anestésicos para no tener problemas. La buena voluntad tanto del matadero como de los propietarios del animal, que visto este hecho insólito se han mostrado colaboradores en aceptar su indulto –un animal siempre es inocente- cediéndolo a una organización animalista de forma gratuita y esperando a que le pase el trauma con los cuidados veterinarios correspondientes para hacer el traslado a su cargo hasta el nuevo destino; y tercero la pronta disponibilidad una vez conocida la noticia, de Altarriba, ofreciéndose para ubicar de por vida al morlaco. 

Se ha visto y contrastado como precisamente en Cataluña que presume de leyes avanzadas animalistas, ante cualquier imprevista fuga tanto de fauna autóctona como salvaje, en un mal ejemplo de improvisación y desconocimiento, la solución rápida y expeditiva ha sido la de apretar el gatillo para acabar rápidamente con el problema.