Noticias desde Gran Bretaña - John Greenstead

ADDAREVISTA 14

La defensa del bienestar animal aparece últimamente con inusitada frecuencia como tema informativo de los medios de comunicación del Reino Unido, en diferentes artículos que van de lo trágico a lo ridículo. La verdad es que el ambiente está muy caldeado después de los recientes sucesos, en los que se han visto implicados activistas radicales y el Ministro de Agricultura, Mr Waldegrave, que ha tenido que ser protegido por la policía.

MALESTAR PÚBLICO

Los defensores de los animales que protestaban en el aeropuerto de Coventry contra el transporte de terneros vivos y corderos por vía aérea, con destino al Norte de África, fueron absurdamente acusados de haber saboteado un avión Boeing que se estrelló cerca del aeropuerto, de regreso a Coventry, para recoger otra inocente carga. En el accidente murieron las cuatro personas que componían la tripulación. Este país manifiesta una creciente indignación respecto al transporte de animales vivos hacia el continente europeo y el norte de África. Los motivos son los siguientes:

1) Debido al sufrimiento que padecen durante el transporte; algunos son tan jóvenes y débiles que apenas se sostienen en pie. A un exportador, Geoffrey Hall, se le impuso recientemente una multa de 2,5 millones de pesetas, después de que la Real Sociedad para la Prevención de la Crueldad hacia los Animales, RSPCA, siguiera la pista a uno de sus camiones desde Inglaterra y a través del Continente a lo largo de 37 horas, durante las cuales no se suministró a los animales ni comida, ni agua, ni descanso.Y debido a los métodos de sacrificio primitivos y crueles practicados en muchos mataderos continentales. Algunas personas que acudieron al pase de un vídeo filmado por la organización Compasión para los Animales de Matadero, CIWF, en el que se demostraba dicha crueldad, tuvieron que abandonar la sala llorando.

2) Porque terneros de pocas semanas acaban en Holanda, Francia o Italia, en oscuros y estrechos reductos, en los que no se pueden siquiera girar una vez a lo largo de su cortísima vida y en los que son forzados a un tipo de alimentación con toda clase de componentes para que su carne adquiera color blanco. Estas prisiones, llamadas corrales, están prohibidas en el Reino Unido desde 1990.

DINERO, DINERO, DINERO

El Ministro de Agricultura británico, William Waldegrave, ha llamado a la calma después de que se supiera que terneros de su propia granja en Somerset, en el suroeste de Inglaterra, sufrieron el mismo destino. El 15 de enero de 1995 hubo una manifestación frente a la granja del ministro con "cacerolada", se cantaron eslóganes y se pidió su inmediata dimisión. La policía tuvo que dispersar a los protestantes. Dado que el comercio de terneros y corderos vivos reporta 40.000 millones de pesetas anuales, es bastante difícil que el Ministro dimita o ni tan siquiera se interponga en un negocio tan lucrativo. El Sr. Waldegrave se ha limitado a lamentar los bajos niveles de bienestar animal impuestos por Bruselas, lo que es, por otra parte, cierto; y debería avergonzar a los miembros de la Unión Europea. William Waldegrave ha sido, además, objeto de amenazas de muerte, ha recibido misivas obscenas por parte de los más radicales e incluso llegó a recibir dos cartas-trampa con hojas de afeitar ocultas.

Las protestas públicas forzaron el pasado mes de noviembre a las compañías de ferries que cruzan el Canal de la Mancha a abandonar el transporte de animales vivos, lo que ha obligado a los comerciantes a usar pequeños barcos y aviones de transporte. Los defensores de los animales solicitan sacrificar los animales lo más cerca posible del lugar donde han nacido, pero ello ha sido obstaculizado por las normas demasiado severas de la UE, que han obligado a muchos pequeños mataderos británicos a cerrar. Ahora sólo quedan 400 de los 1.000 de antes. En Shoreham, Inglaterra, los activistas animalistas se manifestaron para impedir el embarque de terneros destinados al engorde y sacrificio en condiciones crueles en el Continente, pues los ganaderos, ante la negativa de la compañía ferroviaria de trasportar a los terneros, y las dificultades encontradas en su traslado aéreo, se hicieron armadores para los envíos por vía marítima. Por otro lado, la policía británica lleva gastados 2 millones de libras esterlinas de costes extra de su personal y estima un gasto de 4 millones a finales de enero de 1995.

TESCO se ha unido a cuatro gigantes de los supermercados (Sainsbury, Safeways, Asda y Waitrose) para eliminar la carne de ternera de procedencia europea de sus tiendas y vender sólo carne de ternera británica. Ello cambiará radicalmente la proporción (20% británica, 80% extranjera) de consumo de ternera en el Reino Unido, donde se consumen cada año 2.100 toneladas. Los terneros británicos son más baratos que los del resto de Europa; se venden a 5.000 pesetas en lugar de las 35.000 pesetas que cuestan, como media, en los otros países europeos.

La continua protesta alcanza ahora a todas las capas sociales (excepto a los intransigentes) y ha cambiado, en gran medida, el carácter de las protestas. Los manifestantes ya no son solamente jóvenes militantes fanáticos, sino que se incluyen votantes del partido conservador, familias de clase media, profesores, amas de casa, etcétera. Un maduro votante del partido conservador, David Eagle, dice que "ver a 1.000 policías ataviados con el equipo antidisturbios defendiendo el transporte de crías aún por destetar expuestas a temperaturas bajo cero cambió por completo mi punto de vista". El miembro conservador del Parlamento Michael Stephen afirmó: "Estoy de acuerdo con los manifestantes", y las mismas autoridades policiales de Sussex calificaron dicho comercio de "barbárico".

Parece ser que tanta agitación de la opinión pública empieza a dar sus frutos. A la salida de una reunión del Consejo de ministros de Agricultura celebrada el pasado 23 de enero en Bruselas, en la que se trató, entre otras cuestiones, el transporte de animales y las horas máximas de viaje, el atribulado ministro Waldegrave manifestó: "...la Comisión es favorable a la prohibición de la cría intensiva de terneros... nadie se ha manifestado a favor de continuar con este sistema... sus días están contados... si la supresión hubiese sido propuesta hoy, creo que habría sido aprobada... existe un claro sentido de prioridad y urgencia".

TRAPICHEOS

La asociación Compassion in World Farming de Irlanda está preocupada por otro aspecto sórdido de este negocio: La sospecha de que en la República de Irlanda podría estar teniendo lugar algún tipo de fraude, que se sustenta por el hecho de que, por algún procedimiento sospechoso, el número de reses exportadas desde la República se elevó a 370.000, ¡el doble que el año anterior! ¿De dónde vino el ganado extra? El Reino Unido no puede exportar ganado adulto a causa de la enfermedad bovina llamada encefalopatía espongiforme (BST). Pero esta restricción no afecta a la República de Irlanda. Parece haber pruebas de que llega ganado a Irlanda procedente del Reino Unido, a través de la frontera con la República, y de ahí se envía a mercados como Libia o Egipto, lo que aporta a los exportadores irlandeses generosas subvenciones de la Unión Europea... y a los animales un terrible viaje marítimo bajo cubierta.

LA FAMILIA REAL

Los periódicos nacionales publicaron una fotografía, acompañada de un repertorio de variadas alabanzas, en la que la Reina aparece esgrimiendo un palo corto para romper el cráneo de un faisán herido, cazado en uno de sus dominios. La opinión pública se escandalizó ante esta demostración de violencia física de su Reina, y ahora cada semana aparecen artículos en los que se protesta por la participación de la Familia Real en deportes sangrientos, deplorando particularmente la presencia de los miembros más jóvenes (de hasta 6 años), a los que se les hace presenciar la masacre de la vida salvaje. Los diarios publican fotos de los niños tomadas durante las cacerías de faisanes, y de los niños mayores junto al Príncipe de Gales en las cacerías de zorros.

Es sorprendente que la Familia Real, que tanto necesita de una buena imagen pública, después de la plaga de escándalos de los últimos dos años, continúe ofendiendo a numeroso público británico con su presencia en estos deportes sangrientos.

DIVERSIÓN DE LAS FUERZAS ARMADAS

Por supuesto, el público no está en absoluto contento después de enterarse de que el Ministerio de Defensa está gastando dinero, pagado por los contribuyentes, para sufragar los costes de las cacerías de zorros y otros deportes sangrientos practicados por los oficiales de la Marina y la Armada durante su jornada laboral. Se prevén alborotos en la Casa de los Comunes cuando el partido Laborista pida explicaciones por esta subvención y por el uso de coches y transporte militar. David Clarck, miembro laborista del Parlamento, dijo cáusticamente: "La idea de que oficiales de la Marina dejen a sus perros perseguir presas en la cubierta de los barcos o en submarinos suena a chiste".

TUMBAS ANDANTES

Las personas que comen carne se sentirían ofendidas si les llamaran "tumbas andantes para animales muertos". En cambio, un programa de televisión reveló recientemente que, a lo largo de su vida, cada persona consume alrededor de 6 vacas, 36 ovejas, 36 cerdos y 750 pollos. Las estadísticas sobre la salud demuestran que este consumo de carne comporta, en general, peor salud que la de los vegetarianos. Un número de una revista médica británica aparecido el 25 de junio de 1994 informa a los lectores de que los vegetarianos tienen un porcentaje de mortalidad por cáncer del 40% menos que los que comen carne. El estudio se realizó sobre 11.000 personas y tardó 12 años en completarse. La Universidad Loma Linda de California demostró que aquéllos que comen carne pueden llegar a tener hasta el doble de posibilidades que los vegetarianos de padecer demencia senil.

El efecto a nivel mundial del consumo de carne es extraordinario. Si Occidente redujera su consumo de carne en el 50%, se produciría suficiente grano para mantener a todas aquellas personas que de otro modo morirán de hambre. Toda esta información perjudica el comercio de carne, por lo que la Comisión de Carne y Ganado Vivo ha invertido 2.000 millones de pesetas en una campaña publicitaria, a modo de antídoto (John Greenstead. Exclusivo para AdlA)


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