Tiempo revuelto en la cumbre climática de París

ADDAREVISTA 51

El último verano ha sufrido varias olas de calor que han costado vidas humanas. Los científicos nos advierten de que este clima extremo es consecuencia del cambio climático del planeta, debido a las emisiones de CO2 y otros gases contaminantes. La cumbre sobre el cambio climático de París ha abierto una esperanza para que el mundo se una con el fin de salvar el planeta de las consecuencias de la subida de la temperatura en la Tierra.

Redacción.- Todavía hay escépticos que creen que el aumento de un par de grados no es grave ni afecta al clima. Pero también son pocos quienes niegan las consecuencias de la subida de temperatura en nuestro planeta: hambrunas por pérdida de cosechas, muertos, refugiados climáticos, aumento del nivel del mar por el deshielo del Polo Norte, especies en peligro de extinción como los osos polares o la deforestación. ¿Un panorama apocalíptico? Lo es, y empeorará si los dirigentes mundiales no adoptan medidas reales, fruto de acuerdos vinculantes en cumbres climáticas como la de París.

Tras veinte años de cumbres climáticas, desde la primera que se celebró en Kyoto, hay un gran escepticismo con respecto a la puesta en marcha de medidas eficaces, serias y comprometidas para no contaminar el planeta. El escenario de la reunión es real. Este año han acudido a París delegaciones de numerosos países con propuestas para evitar emisiones de CO2 a nuestra atmósfera.  Una vez en casa, los lobbies petroleros, las empresas del sector automovilístico o las centrales nucleares quieren conservar sus beneficios a buen recaudo y no gastar su dinero en emplear energías limpias y métodos de producción no contaminantes.

Menos de 2º C, el objetivo a cumplir con el cambio climático

El planeta aumenta de temperatura de manera imparable y aunque el compromiso mundial a cumplir no aspira a frenar la subida del termómetro terrestre, sí se pretende conseguir un objetivo bastante tibio: evitar que la Tierra exceda de los 2º C de temperatura a partir de la época preindustrial y conseguir que en el año 2020 desaparezcan las emisiones contaminantes a la atmósfera. ¿Lo conseguiremos? Está en manos de todos el lograrlo. Desde las más altas esferas gubernamentales hasta las empresas y los ciudadanos en casa, todos deben aplicar paños fríos a la Tierra para frenar el calentamiento global. Aunque, qué duda cabe, las grandes potencias mundiales, como Estados Unidos o China, que son los que más contaminan, deben poner mucho más de su parte que otros países en vías de desarrollo, como Sudán o Etiopía.

Paralelamente a las cumbres internacionales sobre el clima, han surgido movimientos más cercanos al ciudadano, pero no por ello menos importantes, comprometidas y eficaces en la lucha contra el cambio climático. Es el caso de la Alianza por el Clima, compuesta por cuatrocientas organizaciones españolas de diferentes ámbitos que han elaborado un manifiesto donde se hace hincapié en el mayor esfuerzo y compromiso por parte de los países industrializados, que son los que más contaminan, para evitar el calentamiento global. Desde esta alianza climática, se reivindica que «las contribuciones comprometidas en el Fondo Verde para el Clima, de 100.000 millones de dólares anuales para 2020, deberían ayudar a desarrollar el cambio hacia un modelo bajo en carbono».

Voces que luchan contra el cambio climático

El aumento de temperatura del planeta preocupa a los grandes líderes mundiales. Al menos, así lo expresan públicamente dirigentes como Barack Obama: «El cambio climático no es un problema para otra generación. Ya no».

Por su parte, el papa Francisco, en su encíclica Laudator, ha comentado que el cambio climático no es un asunto científico o tecnológico, sino una amenaza para la justicia y la paz; una vergüenza para la gran familia humana, a quien corresponde gestionar temporalmente los recursos de la creación, con vocación solidaria y de justicia.

Durante las Jornadas Internacionales de Periodismo Ambiental, celebradas en Madrid el pasado mes de junio, a las que asistió Ong ADDA, se puso de manifiesto la importancia de los medios de comunicación para concienciar a la sociedad sobre la realidad del cambio climático como un peligro que, lejos de ser inminente, está ocurriendo aquí y ahora. Periodistas especializados en medio ambiente, como Antonio Cerrillo, de La Vanguardia, criticaron durante estas jornadas la ineficacia de la celebración de cumbres sobre cambio climático, ya que «donde realmente se decide lo que ocurre en el mundo con respecto a este tema es en escenarios como las reuniones de la poderosa Organización Mundial de Comercio, OMC, que no tiene en cuenta la reducción de gases contaminantes a la atmósfera» y que «los políticos intentan salvar las cumbres, pero no el planeta».

¡El gobierno impone un impuesto al Sol!

El gobierno del PP, lejos de comprometerse con el planeta, hace un brindis al sol y se inventa el llamado impuesto al astro rey. Y todo ello, a pesar de que España tiene los deberes sin hacer de cara a la cumbre de París, ya que debe aumentar su producción de energía renovable hasta un 20 % y solo se ha llegado al 15 %.

El pasado verano, el Gobierno, es de suponer presionado por el sector eléctrico, presentó el borrador de Real Decreto de Autoconsumo, con el que se pretende que los consumidores conectados a la red que quieran generar su propia energía tengan que hacerse cargo de un impuesto específico. Es decir, tendrán que pagar por duplicado los costes que tiene el sistema eléctrico: primero, cuando consuman energía de la red, y segundo, cuando se beneficien de la energía que ellos mismos produzcan. Además, les pone un sinfín de barreras administrativas y económicas. Y esto en un país que presume de «sol y playa». A este respecto, Greenpeace critica este impuesto, pues en el país del sol «no tiene ningún sentido poner trabas a que la ciudadanía pueda producir su propia electricidad como una fuente que es renovable, abundante y barata y que además podría reducir nuestra dependencia energética, generar energía de forma sostenible y descentralizada y fomentar la economía ciudadana».

Las Naciones Unidas dan un toque de aviso

Un reciente informe de las Naciones Unidas, previo a la cumbre de París, ha puesto de manifiesto la necesidad de llegar a un acuerdo por el que no se supere en más de dos grados la temperatura global considerada a partir de la era preindustrial. Menciona que 30.000 personas mueren cada año víctimas de desastres y que 4.100 millones de seres resultan heridos o quedan en situación de emergencia climática. Ratifica que el aumento de las temperaturas es la principal causa de los desastres cada vez más frecuentes. El 84 % de las víctimas vivían en países o en las zonas más pobres de China e India, seguidas por Bangladesh, Filipinas y Tailandia, siendo las tormentas tropicales las más mortíferas.

Si no voy a París, ¿qué puedo hacer desde mi casa?

  • Apaga la luz todo lo posible. Utiliza bombillas de bajo consumo.
  • Reduce el consumo de agua.
  • Recicla todo lo que puedas.
  • Utiliza el coche lo menos posible.
  • Consume electrodomésticos de alto rendimiento energético.
  • No abuses del aire acondicionado o la calefacción.
  • Reutiliza el papel en casa (folios en sucio aprovechables).

Diciembre 2015


Relación de contenidos por tema: Conservacionismo


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