¿Promoción taurina en Barcelona?

ADDAREVISTA 47

Y dale, que dale

 

Nueva intentona taurómaca para Cataluña. Esta vez en la misma plaza Monumental de Barcelona. De improviso, un día aparecen circundando la Monumental, y aun más, cortando la circulación de uno de los laterales de la Gran Via de las Corts Catalanes, la avenida más larga que, en línea recta, cruza durante kilómetros toda la ciudad, un enjambre de vehículos blancos, impolutos todos ellos, de matrícula inglesa compuesto por caravanas de laterales ampliables, cisternas para agua potable y residual, grupos electrógenos, despachos rodantes y habitáculos, y para redondear, por si fuese poco, tienen que ser complementados por la flota de vehículos españoles de la firma MODASA, habituales ya en la ciudad por la cantidad de spots publicitarios y eventos cinematográficos que se producen.

 

Tal fenomenal despliegue no podía ser ignorado por la ciudadanía para preguntarse a qué se debe, pues no es cosa de un día: llegar, rodar y marcharse. No; se trata de un poblado trashumante asentado en medio de la ciudad por varios días. La razón, no fácil de saber, la desvela, en parte, El Periódico. Se trata del rodaje de la película The Gunman (El pistolero), un thriller que dirige Pierre Morel e interpreta Sean Penn junto a Javier Barden, Idris Elba y Sam Rileyn. El argumento, por el momento, se desconoce, pero el hecho de que se hayan intentado introducir nuevamente los toros en el coso, algo tendrá que ver con el toreo. No obstante, ahora «han pinchado en hueso» —perdón por la expresión— pues Barcelona y su ayuntamiento fueron el detonante —con motivo de la celebración del primer “Forum de las Culturas” en el año 2004— de que se declarase ciudad libre de toros (antitaurina) a través de una votación absolutamente democrática de su Plenario y que llevaría, años más tarde, la prohibición en toda Cataluña de las corridas de toros.

 

Y es que en los dos años que lleva desaparecido este luctuoso espectáculo, ha estado latente su posible vuelta. El mismo ministro —no olvidemos, de cultura— Wert, con la vergonzosa declaración en el Congreso de Bien de Interés Cultural, BIC, ya presuponía su vuelta a la Monumental durante las fiestas de la Merced en el mes de septiembre 2013, más tarde desmentido. Van surgiendo tanteos solapados como, recientemente las famosas «tientas» en el bajo Ebro catalán, que no eran sino corridas de toros incruentas y que ya estaban prestas a expandirse y ampliares en otros lugares; alguno de ellos cercano a Barcelona. Ahora, asistimos a otra intentona, esta vez con toda la parafernalia cinematográfica a lo grande, para introducir de nuevo toros de lidia en el exruedo barcelonés. Salvador Távora ya pretendió, años ha, matar un toro en dos ocasiones con su «Carmen, Opera de Cornetas y Tambores» que le impidió la Generalidad; esto le produjo pingües beneficios pues recurriendo al Tribunal Superior de Justicia de Catalunya, TSJC, este le dio la razón en una polémica sentencia que invocaba «la libertad artística» y que se tradujo en unas sonadas multas a pagar con el dinero del contribuyente catalán.

 

Pero esta vez, ni Távora ni Gunman. Ahora el nuevo Ayuntamiento de Barcelona con todas las prerrogativas legales en su mano, no tan solo no ha autorizado una similitud incruenta sino que ha impedido la sola presencia de toros bravos en el ruedo. Como siempre, han aparecido las voces temerosas de espantar a posibles localizaciones cinematográficas. Pues, antes al contrario; es bueno y favorable que la noticia de esta prohibición circule por el mundo para que se sepa que la ciudad de Barcelona, con su consistorio, continua siendo el más avanzado de España en la defensa y el bienestar de los animales. Millones de personas lo celebrarán.

 

Manuel Cases, Director.

 

Ong ADDA -Diciembre 2013


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