Engorde ilegal. La historia se repite

ADDAREVISTA 27

Nuevamente, y ya son demasiadas veces, los medios de comunicación, se hacían eco de la desarticulación de una red ¡legal de traficantes de sustancias químico-farmacéuticas utilizadas fraudulentamente para engorde del ganado bovino. Esta publicación se ha referido, reiteradamente, a este escándalo que, de tiempo en tiempo, vuelve a repetirse. Se trata de una manipulación más que se hace en todo el proceso a que se ven sometidos los animales dedicados al consumo humano, y que, como aditivo a los crueles procesos de la cría intensiva, va en busca directa del máximo beneficio económico.

DELINCUENTES

¿Será este acto policial el último de la sucesión que se está denunciando? Vale la pena adentrarse en la situación y motivación de los implicados. Quienes intervienen así en el principio de proceso no dejan de ser unos delincuentes que harán todo lo que les pueda producir ganancias. Y cuando se está en el proceso de la ilicitud, estas ganancias son lo suficiente sustanciosas para correr el riesgo. De igual forma pueden dedicar sus actividades en cualquier otro campo: tráfico de especies protegidas, tráfico de drogas, prostitución o cualquier otra actividad de las que en las secciones de sucesos aparecen a diario. Arriesgan y ganan o pierden. Y si pierden tendrán que responder ante la justicia. Es el sistema establecido para salvaguardar el orden social.

LOS GANADEROS

Lo realmente preocupante es la participación de los ganaderos. El hecho de que una persona que, hoy y mañana, con una aparente respetabilidad y ciudadanía, desarrolla una vida normal entre sus conciudadanos, se relaciona con ellos, protesta y exige sus derechos al igual que cualquier otro, participe en esta actividad, tal y como se ha demostrado de forma reiterada por la repetición de casos, significa que -ha que creerse- no es consciente de lo que hace. Vive en un entorno en el que lo que hace se lo han presentado como un "pecado venial" -si es que, aún así, lo puede intuir- con el que no está incurriendo en ninguna ilegalidad.

Creemos que ha llegado el momento de hacerles ver que al dedicarse a la ganadería están, lo primero, tratando con seres sensibles física y anímicam nueva ley de protección catalana lo acaba de reconocer-, que tienen la obligación de conocer y re que es el bienestar animal y que como integrantes, abastecedores, de la cadena alimentaria huma envenenando a la población. ¿Qué hacen los tos y las agrupaciones ganaderas para menta asociados acerca de los peligros para la salu humanos y el sufrimiento que están infrin aquella "materia prima" -los animales- co comercian? Contestarán, a buen seguro, que esporádicos aislados y que la inmensa mayo ganaderos hace las cosas muy bien. La reiteración lo que se descubre, pues hay que suponer que muchos casos quedan por descubrir, desmiente esta afirmación.

EL PACIENTE CONSUMIDOR

En el consumidor de la carne maltratada y manipulada se encuentra el final de toda una cadena de despropósitos e irregularidades. El consumidor, por lo general, ignora todos los procesos crueles a los que se somete al animal -otra paciente víctima- para sacar de él el máximo de rendimiento posible. De conocerlo, seguro que no comería carne. El consumidor desconoce todos los productos y composición de los piensos que se dan a los animales para que su carne tenga un mejor aspecto -color rosado que, además, es incrementado porla luz del tubo fluorescente con que se la presenta en la carnicería-, así como el peligro que supone para su salud y la de los suyos; de conocerlo, seguro que no comería carne. El consumidor, por lo general gente de buena fe, está preocupado por sus asuntos del día a día y confía -tiene que confiar- en que los productos alimentarios sean de buena calidad y exentos de riesgos. Para esto están los impuestos y las administraciones encargadas de este cometido. De conocer que, a menudo, los controles no son lo rigurosos que se desearía y que, a pesar de todo, la reincidencia de los infractores no es perseguida y sancionada como debería; seguro que no comería carne.

El consumidor, inocente e ignorante, al adquirir esta carne hace posible que se produzca la cadena de irregularidades. En tanto no se corrija y se reestructure definitivamente el sector, ¡lo mejor es no comer carne!

OTRA RED DESARTICULADA

En el mes de julio de 2003 se ha descubierto una red de traficantes, operativa en las cercanías de Barcelona, que comerciaba con unos esferoides que, mezclados con el pienso 45 días antes del sacrificio, producen un engorde rápido -el tratamiento se suprime una semana antes de ser llevadas las terneras al matadero para evitar que sea detectada la droga-. Corticoides de dexanetasona, prednisolona y otras sustancias pendientes de identificar han sido intervenidos en cantidades suficientes para tratar 10.000 toneladas de pienso. Queda por conocer de dónde provienen los productos ahora intervenidos, que fueron distribuidos principalmente en la provincia de Lleida, además de Huesca, Murcia y León. Al pasar al consumidor, esta carne tratada produce los conocidos riesgos para la salud humana. Es sabido que un tratamiento con corticoides hincha al paciente, provoca inmunidad para posteriores tratamientos médicos y es causa de otros síntomas que, una vez en la consulta -muchas veces desconociendo la causa de las molestias-, conllevan más medicación.


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