Cataluña se come a sus símbolos - Redacción

ADDAREVISTA 34

Las nuevas tecnologías, la publicidad a través de los medios de comunicación y la sumisión de la gran mayoría de la gente a adoptar y aceptar nuevas costumbres o hábitos es cosa propia de los tiempos actuales. Sutilmente “nos llevan, no vamos” y así poco a poco, se despersonaliza a la población a la vez que se la homogeniza de una forma más global. Pero no siempre es así. En Cataluña recientemente, pues es cosa de pocos años, unos dibujantes estilizan la figura de un burro con similitud a una de las razas del solípedo ubicada en Cataluña, que como todas las españolas, que son tres, están en peligro de extinción y en forma de pegatinas empieza de forma natural y espontánea a extenderse sin consignas, sin publicidad y sin imposiciones en multitud de coches. A partir de aquí cualquier opinión es válida. Unos dicen que es para distinguirse y distanciarse de la típica efigie del toro, digamos “de Osborne”, otros porque la figura de un animal que tanto ha ayudado al hombre le resulta simpática y otros porque les cae bien la idea. En resumen, Cataluña lo adopta.

 Los demócratas en Estados Unidos tienen como símbolo el burro y el águila también representa a este poderoso país, Francia tiene al gallo – le Coq- . Sea lo que sea, el burro catalán deviene un símbolo por adopción popular y como tal es aceptado. Los símbolos, las banderas, las insignias al igual que las religiones sobrepasan ciertos niveles a partir de los cuales su utilización en un buen o mal sentido alcanza connotaciones que pueden herir sentimientos personales. Esto es lo que ha ocurrido recientemente en una pequeña población de pirineo catalán, en que una asociación gastronómica “ La Xicoia”, ubicada en Sort (Pallars Sobirà, Lleida), organizó el pasado 3 de febrero de 2007 una cena popular donde fueron matados y comidos dos burros en un ágape popular. Según dicha asociación, la fiesta gastronómica pretende promocionar el consumo de la carne de estos animales y recuperar La fiesta del ruc, (ruc o guarà significa burro en catalán). En su publicidad se va más allá, “si eres una de aquellas personas que lleva el burro dentro, haz tu sueño realidad: cómetelo”

El efecto “símbolo” causó su reacción pues muchas personas se sintieron íntimamente heridas. ADDA, inmediatamente manifestó su disconformidad con este hecho, considerándolo “triste, esperpéntico y lamentable”, y criticó el cartel publicitario donde figuran entidades colaboradoras como La Caixa de Catalunya, La Caixa, y el Departament de Cultura de la Generalitat. “En estos momentos hay 300 burros catalanes protegidos; el burro es un símbolo de Cataluña y durante siglos, ha sido el compañero de trabajo del hombre en el campo y en el transporte” recordaba ADDA en una nota de protesta enviada a todos los medios que pronto, enterados de lo ocurrido empezaron a hacerlo público.

Por su parte, fuentes de la asociación gastronómica “ La Xicoia” manifestaron su disconformidad con las protestas, que tildaron de “desmesuradas”, ya que “no sacrificamos hembras protegidas para la reproducción”. Otras organizaciones como Caan, Darwin, Feba, Fedan y Asoa se unieron a la denuncia de ADDA manifestando su indignación sobre este tipo de iniciativas retrógradas y ofensivas, iniciando, todas ellas, una campaña de información y envío de protestas al respecto. En este sentido, dichas organizaciones han remitido dos modelos de carta, dirigidas al Alcalde de Sort, Agustí López, y al presidente de la asociación promotora “ la Xicoia”, Josep Castellarnau, donde se indica que Cataluña, pionera en la legislación de protección de los animales, ofrece un ejemplo negativo al ser la única comunidad española donde se ha promovido el consumo de carne de burro como celebración gastronómica. También informa que en España existen iniciativas diversas que dan a conocer otras cualidades importantes del burro, tales como el transporte de gente en casas rurales, terapias para personas incapacitadas, tareas de mantenimiento del bosque, etc. El escrito concluye con la intención de no visitar la comarca Pallaresa ni acudir a los hoteles y restaurantes adheridos a “ La Xicoia”, considerando mucho más avanzado y educativo promocionar el respeto y protección del burro, antes que su consumo culinario.

Posteriormente tanto “ La Caixa”, “Caixa de Catalunya” y el mismo Departamento, alegaron a sendos escritos de ADDA que tan sólo hacían una aportación de patrocinio pero que ignoraban la finalidad realizada por La Xicoia. Pero quien más se solidarizó a favor de los animalistas fue el propietario de la más que famosa expendeduría de Lotería Nacional La Bruixa d’Or (La Bruja de Oro) que ha dado varias veces el Gordo y que es la que año tras año vende más lotería en España. Esperemos que lo ocurrido no vuelva a repetirse, que los burros sean especie respetada y protegida, que La Xicoia evite estas provocaciones y que la Bruixa d’Or no se resienta y continúe con la buena suerte.


Relación de contenidos por tema: Fiestas populares crueles


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