Jesus Mosterín, in memoriam

ADDAREVISTA 55

El 4 de octubre fallecía Jesús Mosterín. Como si san Francisco de Asís, en el día de su onomástica como patrón de los animales, hubiera querido acogerlo. Nuestro recuerdo y homenaje póstumo no puede ser como otros tantos aparecidos, merecidos y publicados, porque la relación entre Mosterín y el ADDA ha sido intensa, pero no desmesurada. La suficiente para que ambas partes hayan compartido la inmensa satisfacción de defender a los animales. ADDA encontró en él la mente pensante, ecléctica, que en su momento necesitaba. Fue como el barco de salvación; por un lado, encontramos la ética de la que era profesor y practicaba con ejemplaridad; por otro, su defensa de los animales, algo que en los años ochenta del siglo pasado no era lo fácil que es ahora. Poder acogerse y aprender de quien compartía, desmenuzaba y situaba el concepto de defensa y bienestar de los animales en sus justos términos resultaba una ayuda enorme.

Recuerdo aquellos tiempos en que coincidieron José Ferrater Mora, residente en EE. UU., y Jesús Mosterín, los dos filósofos más distinguidos de España en ese momento, platicando —que no discutiendo— sobre si los animales tenían derechos, y cómo, dentro de sus mentes, los conceptos, los razonamientos y las conclusiones a los que llegaban, escapaban ya de la comprensión de un oyente medianamente capacitado.

De Mosterín queda para su estudio y recuerdo su amplia literatura, la aparición del libro Vivan los animales y la conjunción con motivo de ambas conferencias organizadas por ADDA, primero en Barcelona y después en Madrid, con Peter Singer, autor de Liberación animal, cuando en España empezaban las ansias y la conciencia de que los animales eran seres sintientes y dolientes. Estos hitos, en aquellas fechas, impulsaron el movimiento creciente e imparable hacia la realidad actual.

Manuel Cases -Director

Ong ADDA -Diciembre 2017


Relación de contenidos por tema: Necrológicas


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