Pasado, presente y futuro de los zoológicos - Carmen Méndez y Miguel Muñiz

ADDAREVISTA 22

Una de las consecuencias directas del desarrollo del animalismo, disciplina propia de los países desarrollados de relativa reciente aparición, es el bienetar de los animales y la revisión de muchos comportamientos y situaciones a que se han visto sometidos en busca de un mejor trato mas de acuerdo con su morfología, biología y mínimas necesidades. Los zoológicos en su vieja versión como centros de reclusion y exhibición tan de moda en el siglo XIX, muy pronto han visto la urgente necesidad de cambiar de hábitos y con nuevas fórmulas innovadoras, romper con el caduco concepto de “casa de fieras” y coleccionismo para tener que reconvertirse en centros de acogida, conservacion de especies amenazadas, reintroducción y de estudios, para dejar paso al respeto debido de los animales que albergan y que el visitante deje su protagonismo en favor de los animales.

BIENESTAR DE LOS ANIMALES

Partiendo del principio que los animales son seres dotados de pensamiento, sentimiento y sensibilidad. debe ser éste el primer factor a replantear con rigurosidad, para poder justificar cualquier otra finalidad.

El bienestar de los animales es fundamental y debe prevalecer sobre otras cuestiones quedando muy cuestionado, en la mayoría de los casos, por las numerosas circunstancias que concurren en su contra y que arrancan, precisamente, de conceptos tan erróneos como:

- Coleccionismo.

- Atraer al mayor número de visitantes a través de "animales reclamo" y "actuaciones circenses" en sentido comercial.

- Adaptar los animales a las instalaciones y no a la inversa.

- Prescindir de la difícil o escasa capacidad de adaptación de algunas especies.

- Crear ambientes, rígidos, fríos y artificiales.

- Sacrificar el espacio mínimo necesario de unos animales, en función de poder exhibir otros.

- Carecer de estímulos propios de entretenimiento y diversión.

- Tener que estar pendientes de la gente o de sus cuidadores.

- No disponer de varios ambientes en un mismo recinto, para optar por el que más les convenga según su estado de ánimo.

Conclusión: Es preciso escuchar la opinión, presencia y participación de las organizaciones de defensa y bienestar animal y los grupos ecologistas como importantes colaboradores en la mejoría y cuidado del bienestar animal.

EDUCACIÓN

Un principio básico a considerar para abordar una política educativa coherente de respeto a los animales es el asumir de que todos los animales, que no han adquirido pautas de convivencia con la especie humana, rehuyen el contacto permanente con nuestra especie.

Este principio ha de determinar lo que es la función básica de la educación de la especie humana respecto a otras especies: hacer que su existencia sea vivida como una realidad cercana, entendida en el marco de una vida común de la que personas y animales formamos parte y que se halla limitada por el entorno ecológico. Esta función también comprende el conocer las pautas de relación entre los animales de una misma especie, y hacia otras especies con las que comparten ecosistemas y hábitats.

Una educación basada en estos dos principios, parcialmente contradictorios, se halla al margen de lo que representa actualmente el concepto de Zoo . Ningún zoo puede sustituir la información que transmiten los animales salvajes libres y en su propio hábitat natural. Una información que ha de ser presentada como fruto de un trabajo perseverante y difícil de observación e investigación científica, no como una actuación del animal ante una cámara.

En el Zoo actual existe además la contradicción entre el objetivo de educar y el método utilizado para transmitir el mensaje educativo a través de animales sometidos a la cautividad que muestran conductas muy distintas y distorsionadas a las de su propio comportamiento natural en libertad. Si, además, se le añaden espectáculos circenses con animales, no relacionados con su comportamiento natural, se desorienta al público mostrando una imagen distorsionada y de dominio sobre ellos.

En conjunto, el Zoo acaba transmitiendo la idea antieducativa de que los humanos dominan, construyen y reinventan la naturaleza a su gusto y capricho, por lo que el visitante, en general, una vez finalizada su visita, tan sólo obtiene una satisfacción visual momentánea de lo visto para su diversión y abandona el Zoo sin haber adquirido un conocimiento real y un interés añadido por la vida salvaje, por la importancia y el papel que juegan los animales en la naturaleza y por la necesidad de tomar conciencia y participar en la conservación de los ecosistemas y del papel que juegan los parques nacionales como factores de vital importancia para defender a los animales frente a la invasión de sus espacios.

En resumen, un enfoque educativo del zoo debe colaborar activamente para estimular a la participación de los ciudadanos, contribuyendo a la solución del problema de la preservación de la vida animal y no ser parte de él.

Los ecosistemas de las zonas más próximas al propio Zoo , o del propio país en que se encuentra son, casi siempre relegados, cuando no ignorad os, en beneficio de mostrar lo más exótico, lo más comercial o lo más escaso.

En consecuencia, las pautas educativas futuras que deberian marcar la existencia de un recinto dedicado al mantenimiento de animales en cautividad serian:

  • Una clara justificación de la función que dicho espacio cumple respecto a los animales que se encuentran en el mismo, en base a los criterios enunciados: bienestar de los animales, educación, información, investigación, probabilidades reales de reintroducción y correcta ubicación.
  • Un acercamiento de los visitantes a la realidad de la vida de los animales en ecosistemas del propio país, o de espacios cercanos al mismo, dedicando amplias zonas que reproduzcan los respectivos ecosistemas y en los que las actividades de observación se realicen de manera organizada y respetuosa para los animales presentes.
  • La existencia de diversos tipos de actividades adecuadas a los diversos perfiles de visitantes: niños y niñas en diversas franjas de edad escolar, preadolescentes y jóvenes, personas relacionadas con el mundo universitario, grupos familiares y visitantes genéricos. Así como la combinación de la observación libre con la visita guiada en todas las actividades.
  • La organización de actividades educativas en base a los mismos criterios, antes enunciados, que enmarcan la existencia del recinto.

Conclusión.- Considerando el extenso número de documentales existentes que muestran a los animales en libertad y enseñan su comportamiento natural, la aportación del zoo, carece de sentido.

INFORMACIÓN

La informática y los medios audiovisuales, son medios importantes de información, divulgación, educación y actualidad más inmediata que pueden nutrir el conocimiento de los diversos tipos de visitantes: pedagogos, expertos y técnicos de distintas áreas científicas y de la enseñanza.

Una especialización audiovisual, en salas dedicadas exclusivamente a esta finalidad contribuiría positivamente, en el conocimiento de la naturaleza, los animales y su necesaria conservación.

Conclusión.- La información previa está estrechamente ligada a la educación. En este aspecto, el Zoo podría ser un soporte relevante frente a otras instituciones que deben abarcar mucha y diferente temática.

INVESTIGACIÓN

Los modernos Zoos deben disponer de equipos técnicos humanos estudiosos e investigadores del comportamiento de los animales -etología- en libertad y el estudio de sus hábitats -ex situ-, es decir, fuera de sus recintos. Deben estar interconectados con los etólogos y biólogos a través de programas de colaboración, recogidos y proyectados a través de programas multimedia, en tiempo real, que estudian en el propio hábitat, y sobre el terreno. el comportamiento de los animales para transmitir, precisamente, estos conocimientos a los visitantes, y/o estudiosos, que visiten el zoo y sus instalaciones informáticas.

Estudios de campo tan importantes y valiosos realizados por investigadores como Cinta Moss, con los elefantes, Jane Goodal y Diane Fossey con primates, etc., deben tener un especial tratamiento y divulgación a través de los recintos del zoo y sus aulas de investigación.

Conclusión: el área científica debe prevalecer ante cualquier comercialismo.

REINTRODUCCIÓN/CONSERVACIÓN

Para cumplir con esta finalidad se debe partir de criterios conjuntos y sólidos conocimientos de: genética, etología y ecología. Las calidad de las reservas genéticas ubicadas en los Zoos son muy cuestionables e inconsistentes desde sus diversos aspectos, ya que, dichas reservas, se obtienen de forma contraria a como actúa la selección natural de las especies en libertad para mantener la fuerza de la especie; es decir, no existe competición selectiva, ni alimenticia, ni sexual, ni territorial.

La mezcla genética entre zoos es muy reducida contribuyendo así a su degeneración, con la consecuente modificación y debilitamiento de las especies consideradas como "de reserva", lo que cuestiona condiciones tan importantes para sus posteriores posibilidades de un verdadero programa de reintroducción. Protegiendo tan sólo a unos cuantos individuos es muy difícil poder salvar el conjunto de la especie. El hábitat en donde se ubican las especies y el número de individuos debe ser el necesario para que conserven su comportamiento competitivo y de selección natural y espontánea entre ellos mismos, circunstancia que no se dan en los Zoos.

El índice de reproducción de los Zoos continúan siendo muy escaso en determinadas especies y muy sensible al confinamiento y la cautividad. Los nacimientos no pueden ser considerados exitosos hasta que los animales llegan a la edad adulta y reproductiva.

El índice de mortalidad en los recién nacidos y jóvenes son muy altos debido a factores tan diversos como: fragilidad, enfermedad, factores sanitarios, etc. El rechazo de los progenitores, especialmente la madre, son un síntoma más que pone en evidencia los problemas psíquicos, así como la ausencia de referencia y herencia cultural que padecen los animales que nacen, viven y mueren en cautividad.

Conclusión.- Hasta ahora los programas de reintroducción exitosos, de especies terrestres, son escasos. Prácticamente los que cuentan con más posibilidades son las especies herbívoras. Pero lo más importante es que sin programas y actuaciones rigurosas para conservar los ecosistemas naturales, resulta inútil e incoherente maquillar la función de los Zoos como reservas para futuras reintroducciones en su hábitat natural.

UBICACIÓN

Los zoos deben estar ubicados, preferentemente, en zonas alejadas de las ciudades y en parajes naturales. El entorno natural. no manipulado, ofrece unas posibilidades: ambientales, de distribución y de diseño mucho más acordes con las necesidades de los animales, a quienes, prioritariamente, se debe facilitar el confort y una óptima adaptación dentro de las posibilidades limitadas por la cautividad.

Como referencia a concepto de paisaje e úbicación de animales merece la pena mencionar: Cabárceno en Cantabria y Sigean en el sur de Francia.

Conclusión.- Los zoos que no tienen una correcta ubicación, dificilmnte pueden asumir y justificar capítulos tan importantes como: bienestar, educación y espectativas de conservación.

ASPECTOS NEGATIVOS:

  • Actuar como coleccionistas de especies salvajes en función de su rareza, exotismo, reclamo comercial o gran envergadura, sin tomar en consideración, en la mayoría de los casos, que los grandes animales necesitan extensos espacios abiertos para cubrir, mínimamente, su grado bienestar.
  • Querer abarcar y resumir la compleja y gran biodiversidad de especies de diversos continentes, en un espacio limitado.
  • Ubicar a los animales de sus diferentes biotopos originarios, en forma desordenada y heterogénea.
  • Presentar a determinadas especies entre rejas, o barrotes, induciendo a una imagen de culpabilidad en seres cautivos e inocentes, manteniendo el concepto decimonónico de animales peligrosos y "casa de fieras".
  • Limitar su espacio a habitáculos reducidos e insuficientes, impidiendo, así, que puedan desarrollar mínimamente sus pautas naturales de comportamiento.
  • Reforzar la imagen del "animal objeto de espectáculo" presentándolos como estrellas del show y disciplinándolos, a través del adiestramiento, para que actúen de forma diferente a como lo harían por sí mismos en libertad. Con ello se distorsionan sus pautas naturales de comportamiento sometiéndolos al criterio humano de: "si trabajas y haces lo que te enseñamos, hay premio y comes" y se daña, gravemente, el mensaje de respeto hacia los animales que debe percibir el espectador. También se refuerza, de esta manera, la idea, ya totalmente superada por la ecología, de la supremacia o dominio de la especie humana sobre las especies "salvajes".
  • En esta misma línea se incluirían la realización de exposiciones "temáticas", por su exotismo, que basan su promoción pública en criterios arbitrarios: peligrosidad de animales venenosos (mezclados de manera heterogénea), espectacularidad de coloridos y/o camuflajes, etc…
  • No adaptar las instalaciones y el entorno, a sus necesidades, forzando a los animales a adaptarse a los zoos y a sus rígidas instalaciones antinaturales cuya estructura y configuración resultante del criterio estético de: un directivo, propietario, arquitecto, decorador o interiorista/diseñador, difiere sensiblemente de las necesidades y costumbres de sus forzados moradores.
  • Impedir la necesidad de los animales de retirarse, o esconderse, cuando quieran de la vista del público, de acuerdo con sus estados de ánimo: timidez, miedo, ... etc. La presencia del público, significa, en determinados momentos, una sobrecarga de tensión y sensación de peligro para ellos.
  • Transmitir a los medios de comunicación y al público en general una idea parcial y distorsionada de la vida salvaje.
  • Divulgar al exterior únicamente los acontecimientos supuestamente más positivos como el número de nacimientos, nuevas incorporaciones a la colección de animales, omitiendo los fallecimientos por causas derivadas de la cautividad, bajas por accidentes, deficientes condiciones, enfermedades derivadas del estres, etc.

LOS ANIMALES CAUTIVOS SUFREN

  • Aislamiento y falta de contacto con otros individuos de su misma especie y, también, de otras especies comunes a su entorno natural.
  • Frustración y apatía ante la continúa pérdida de libertad de elección e imposibilidad de practicar las actividades comunes más elementales.
  • Represión de sus instintos naturales.
  • Privación, del aire y luz natural en el caso de algunas especies.
  • Una forzada y difícil adaptación de climas y temperaturas muy distintas al hábitat natural del que provienen y para el cual no están biológicamente preparados, como pueden ser: desde climas muy fríos o polares a otros templados y a la inversa, ambientes húmedos a secos, etc...
  • Tendencia a la degradación genética, física y comportamental como consecuencia de múltiples factores que lo propician: ambientales, físicos y psicológicos.
  • Falta de estímulo en la forma de obtener la alimentación que se les da a horas concretas y de forma rutinaria.
  • Estados psicológicos de estrés permanente, apatía, tristeza y aburrimiento, que se traducen en: conductas erráticas, movimientos repetitivos y otros estereotipos.
  • Otras patologías se manifiestan a nivel interno a través de enfermedades: digestivas, cutáneas, respiratorias o cardiovasculares. 

BIBLIOGRAFÍA

  • Stepham Omrod, Bill Travers, Zoo Check, WSPA, Jean Claude.
  • Nouet, revista "ADDA Defiende los Animales" nº 15 y nº 11, programa TVE.
  • Línea 900 "Zoo, no apto para animales" de Pere Ortín y Cesc Tomás.

Relación de contenidos por tema: Zoos y safaris


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