Redacción (al cierre).- En esta tendencia cada vez más asentada de la Barcelona «amiga de los animales», el día 7 de mayo, la Fundación Weber (Suiza) presentaba en España, en la sala de actos de La Pedrera de Gaudí, en el Paseo de Gracia, en un espacio de un innegable interés arquitectónico y bajo una organización impecable, el proyecto del ZOO Siglo XXI, iniciativa, sin duda, que debe situarse en la intencionalidad de su más amplia divulgación a nivel internacional.

De manos de su representante, Leonardo Anselmi, y ante un auditorio en el que figuraba una mayoría de presencia joven, femenina, que lo llenaba a rebosar, gente nueva, interesada y proveniente, es de suponer, de los másteres y postgrados sobre animalismo, que actualmente se imparten en la Universidad Autónoma de Barcelona, UAB, la Fundación Weber explicó con detalle los ejes maestros de la propuesta (visitar…) y que al final se completó con la intervención de conocidas personalidades: las animalistas, imprescindibles para esta clase de actos, incrementada con otras provinentes de diferentes disciplinas culturales, pues, y aquí es donde radica la intencionalidad del ZOO SIGLO XXI, interesar con su presencia y activismo a diferentes sectores artísticos y creativos para divulgar lo que tiene que ser el futuro de los zoos en general, que, como es lógico, están destinados a desaparecer; suplirlos con las nuevas tecnologías y, poco a poco, ir rescatando, sustrayendo, de estas caducadas instituciones, grupos de animales para hallarles un natural final y reposo en centros de acogida. Como podrían ser un santuario/albergue para animales salvajes, obviando radicalmente el concepto de safari comercial.

El proyecto Zoo Siglo XXI es realista, pues reconoce que es una labor que debe desarrollarse a lo largo del tiempo y solicita, y sugiere, que empresas privadas se comprometan con él e inviertan colaborando y patrocinando, temáticamente o grupalmente, para la paulatina desertización de los actuales zoos y su caducado modelo. La preocupación animalista por la actualización hacia un zoo tecnificado que supla la presencia in vivo de sus forzados huéspedes no es nueva. ADDA, como decana en España, ya se ocupó, y mucho, a este respecto (www.addarevista.org Zoológicos. Pasado, presente y futuro de los zoológicos. Carmen Méndez y Miguel Muñiz, año 2001, n.º 22). También otras entidades nacionales e internacionales aportaron su interés y acciones: Zoo Chec, FAADA; Anima Naturalis y la misma LIBERA, en donde está integrado Anselmi, han ido denunciando problemas y aportando soluciones.

No obstante, esta nueva propuesta, quizás por ser la última —la más novedosa—, puede ser asequible en el tiempo. Pero todas, ésta y las anteriores, tienen un fin venturoso asegurado porque la presencia del zoo, ya no el de sus inicios en el siglo XIX, sino los que han querido evolucionar amparándose en un falso —también puede ser bien intencionado— conservacionismo, están condenadas a desaparecer. Es, sencillamente, cuestión de tiempo.

Ong ADDA  -Junio 2015